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Bochorno en Fátima: la lluvia obliga a reubicar la fase de ascenso a Plata

Miembros del CBM y el Apademar tratan de secar la pista de Fátima

Rafael Ávalos

5 de junio de 2021 19:16 h

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Ésta ha de ser la gota que colme el vaso. De lo contrario, poca solución puede hallarse al problema. O casi ninguna esperanza puede tenerse en que exista reparación. Tras meses de quejas y después de que hubiera una circunstancia similar, el bochorno se produce definitivamente en las Instalaciones Deportivas Municipales (IDM) Fátima. La causa es una fuerte tormenta caída en la tarde de este sábado. Aunque la real no está tanto en las precipitaciones que en un momento determinado puedan darse sino en el calamitoso estado de uno de los pabellones legendarios de la ciudad. Sea como fuere, la situación alcanza su peor grado esta vez debido a la suspensión definitiva y traslado a otra pista de un partido de, nada más y nada menos, fase de ascenso a División de Honor Plata femenina de balonmano.

No es la primera vez que sucede, pero sí es, de lejos, la más grave. Y con cámaras de por medio y la opción de que toda España pudiera contemplar la escena. Es necesario contextualizar. El popularmente conocido como pabellón de Fátima acoge a lo largo de estos días, desde el viernes y hasta el domingo, el Sector E de promoción a segunda categoría femenina de balonmano. Compiten cuatro clubes y uno de ellos va a lograr el salto de división. Como anfitrión, después de abonar un canon a la Real Federación Española de Balonmano (RFEBM) de unos 6.000 euros, actúa el Córdoba Balonmano (CBM) a través de su equipo sénior de la modalidad, el Deza. La fase se disputa en un ciclo de tres jornadas y este sábado se ha llegado a la segunda. Pues bien, ha sido en el primero de los partidos de esta fecha cuando se ha producido el sainete.

Sobre la pista se enfrentaban el Deza CBM y el Aceuchal extremeño en un encuentro con gran ambiente en las gradas, siempre con cumplimiento de las obligadas medidas de seguridad y sanitarias por la pandemia de Covid-19. Todo transcurría con absoluta normalidad hasta el descanso, que alcanzaban ambos equipos con triunfo claro del local, dirigido por Mario Ortiz (16-7). Pero en tiempo de descanso una tormenta cayó sobre Córdoba, con lluvia intensa por momentos. Aunque en un principio no surgieron los tradicionales problemas, cuando se aproximaba la hora de regresar a la pista se hacía imposible hacerlo. Los desperfectos en la techumbre de las instalaciones, que se vieron agravados hace ahora poco menos de un año por una granizada, llevaron el agua a la cancha. Arrancó la ardua tarea de los empleados del conjunto granate y del Apademar, la otra entidad con sede en este lugar, por corregir la deficiencia.

Con mopas, trapos y toallas procuraban secar la pista azul del mítico polideportivo, si bien a esa hora no dejaba de recibir agua a través de goteras, huecos de defecto y demás. Las precipitaciones arrancaron en torno a las 18:44 dentro de un partido, en ese momento por reanudarse, con inicio a las 18:00. Los intentos del personal tanto del CBM como del propio pabellón fueron en vano. Las jugadoras de ambos equipos asistían atónitas a la escena, por mucho que las granates sepan bien del problema. Y a las 19:00 el guion alcanzó el clímax -negativo en este caso-: desde megafonía se informaba de la imposibilidad de retomar el choque. La lluvia, o más bien la muy mala condición del recinto, obligó a trasladar el partido para su segunda parte a otro, en concreto el de Valdeolleros. Es decir, las integrantes de las dos plantillas tenían que hacer desplazamiento en autobús sin pasar por la ducha y para jugar otra media hora.

Pero esto no es todo. Los compañeros de Base Marca TV, que emitía en directo este duelo, igual que los demás del Deza CBM, tuvieron que despedir su conexión ante la imposibilidad de trabajar desde Valdeolleros. El CBM se vio obligado a buscar solución y procuró una retransmisión a través de su canal de YouTube -su compromiso resulta de todas indiscutible y loable-. También en el segundo pabellón, recuperado para la actividad polideportiva hace unos meses, debe proseguir la jornada con el segundo de los encuentros: a las 20:30 habían de medirse el Torrevieja Salud Mare Nostrum y el Abaranera. Difícil que no hubiera retraso con todo lo ocurrido. Pero el siguiente asunto de preocupación era el hecho de que el recinto suplente no puede albergar la tercera fecha, la del domingo, en caso de que se necesitara al ser escenario de otro torneo. A la suerte del cielo queda todo para la jornada final.

Una situación que viene de bastante tiempo atrás

La experiencia vivida este sábado en Fátima no es nueva, ni es consecuencia de un contratiempo puntual. Desde hace varios años el pabellón cuenta con deficiencias que van a más con el tiempo. Una de las principales es, precisamente, la existencia de goteras en una techumbre muy deteriorada. También la incorrecta edificación de los ventanales altos del muro frontal respecto de la zona de entrada y graderío. Si llueve es casi imposible que el agua no acceda al interior del recinto y afecte a la actividad, un inconveniente que impide incluso el desarrollo de entrenamientos de los distintos equipos del CBM o del también mencionado ya CD Apademar. Así como a otros conjuntos y deportistas. Aun cuando hubo más de una y de dos reclamaciones, no hubo respuesta por parte del Instituto Municipal de Deportes (Imdeco). Sin importar, además, qué partido ostentara la presidencia de dicho organismo.

Todo empeoró a comienzos -casi mediados ya- de agosto de 2020. Otra tormenta, con intenso pedrisco, generó mayores desperfectos si cabe, con roturas en el techo. Eso hizo que durante unas semanas fuera azarosa la práctica deportiva en el pabellón, ya que dependía de que no hubiera precipitaciones. El Imdeco procuró acometer unos arreglos que quedaron en la colocación de un nuevo sombrero en la zona con más daños. Esto fue el 26 de septiembre del pasado año. Pero la problemática no terminó de desaparecer. Pudo comprobarse por ejemplo en algún encuentro del Apademar de fútbol sala o en otro del Cajasur CBM, equipo sénior de la entidad presidida por Miguel Pardo, dentro de la fase de ascenso a Sacyr Asobal. Esto último ocurrió el 11 de abril de 2021, hace poco menos de dos meses. Por suerte, entonces, el choque sí se pudo reanudar. Aunque, visto lo visto, no hubo más intentos de poner fin a la situación.

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