El Ángel Ximénez acaricia la gesta en Huesca

Duelo en las alturas para el Ángel Ximénez de Puente Genil que visitaba en esta ocasión nada menos que la cancha del Bada Huesca, uno los clubes más destacados de Asobal. Pero la buena campaña de los de Paco Bustos es igual o más meritoria si cabe, lo que hace que la confianza a estas alturas de curso esté por las nubes. Sin miedo y sin presión, así arrancó el cuadro cordobés el encuentro en suelo aragonés, aunque el acierto durante los primeros compases brilló por su ausencia. Fueron de tanteo absoluto los primeros compases del partido y, de hecho, sería Vicente Poveda el encargado de inaugurar el electrónico para el Ángel Ximénez superados los tres primeros minutos de juego. 

Desde ahí se desató el nivel ofensivo de ambas escuadras, aunque fue el conjunto local el que llevó la voz cantante en primer término. Entre los dos y los tres goles de distancia se mantuvo el partido durante la mayor parte de los primeros 30 minutos, con pequeños tramos de igualdad en los que brilló el acierto del propio Poveda o de Juan Castro. 

El Huesca aumentó su sangría con la exclusión del lateral izquierdo, aunque minutos después sería Rodrigo Benites el excluido, lo que provocó que las sensaciones tornaran, ahora siendo favorables para la escuadra visitante. Es más, los últimos siete minutos antes de la pausa fueron de claro dominio del Ángel Ximénez, que subió una marcha más su nivel defensivo, al tiempo que en ataque se apuntó un parcial de 0-3 para marcharse camino de vestuarios con una mínima renta a su favor (10-11). 

Una inercia que se prolongó tras la reanudación, aunque de manera progresiva fue de nuevo el Bada Huesca el que volvió a tornar el dominio en el marcador. Con todo, las diferencias se mantuvieron ya en todo momento entre uno y dos goles de distancia. Como si de un calco del primer tiempo se tratase, fue en los últimos diez minutos cuando volvió a salir la mejor versión de los de Paco Bustos. 

De hecho, con empate a 23 se entró en los últimos siete minutos, resultado idéntico, aunque con un gol más por parte de cada bando, al que marcaba el luminoso a falta de tres para el desenlace. Llegaba la hora de la verdad. La mantener los nervios a raya y la mente fría. Y las defensas, como era de esperar, aumentaron su incidencia. Oier García puso al Huesca por delante a escasos segundos, y el guardameta local impidió el empate con una fantástica intervención. El Ángel Ximénez jugaba otra vez para rescatar al menos un punto, aunque con más de 30 segundos por jugarse. Una acción polémica sobre Juan Castro acabó con el balón en el equipo local, y sería de nuevo Oier el que pusiera la sentencia (26-24).