En recuerdo de una hija

Hay homenajes y homenajes. Más emotivos, más intensos, más alegres o más melancólicos. Y luego hay otros que lo reúnen todo. Pocas cosas habrá más emocionantes que el recuerdo de una madre hacia su hija. El sentimiento de la persona que la ha visto nacer y que mejor la conoce. Esté donde esté, y sea cuando sea. Eso mismo deberá estar pensando Ana Isabel García, conocida musicalmente como Gata Cattana. Esté donde esté. Un recuerdo en forma de palabras, como a ella más le gustaba. Cantando, o recitando. Un mensaje hacia ningún sitio, y hacia todos a la vez. A la memoria de una hija.

“Una niña preciosa que se nos fue con 25 años. Por no sé qué. El destino. La vida, que se la robaron demasiado pronto”, afirma entre lágrimas Ana, la madre de la artista. Un acto homenaje en el barrio de Moratalaz (Madrid), quizá el más emotivo de todos los que ha tenido hasta la fecha. “Llevo cuatro meses malísimos. Estoy temblando. La voz no me sale del cuerpo, pero hay una canción de ella que me hizo a mí. No sé si voy a ser capaz de cantarla. Ella me la hizo a mí, y yo espero que si está por aquí en algún rincón. Si está sentada con su eterna sonrisa, y esos ojos azules que tenía. Pues que me vea”, ha explicado justo antes de cantar en recuerdo de su pequeña.

“Mami, que yo no soy mala, que aquí los malos son ellos. Tú sabes que no me callo, me miran la cara y se tiran al cuello. Mami, que voy pa' la mani, que a lo mejor ya no vuelvo, porque ahora soy terrorista si estoy sentadita gritando en el suelo. Mami, que nadie recuerda la guerra de mis abuelos, a obrero que se levanta, lo llevan al matadero”, dice el estribillo que Gata Cattana le dedicó en su día a su madre.

https://youtu.be/zpRHFeup8Bk