La excavación en la Mezquita apunta a que Córdoba albergó el mayor palacio de la época tardoantigua en la península
Córdoba pudo albergar el mayor palacio urbano de la época tardoantigua en toda la Península Ibérica. Ésta es la hipótesis más relevante que manejan los arqueólogos Raimundo Ortiz y Alberto León, que están dirigiendo los trabajos de reexcavación en el Patio de Los Naranjos, en la misma zona donde ya lo hizo Félix Hernández.
León ha presentado este miércoles a los periodistas algunos de los resultados que ha arrojado la segunda fase de esta reexcavación, que ha venido a confirmar la hipótesis ya formulada hace un año por el equipo arqueológico de que la Mezquita de Córdoba fue construida sobre un complejo episcopal de carácter urbano que fue construido en el siglo V y monumentalizado en el siglo VI. Un complejo que, según lo excavado, a su juicio demuestra dos cosas: los vínculos de la Córdoba tardoantigua con el mundo paleobizantino, refrendados porque el edificio hallado es similar estructuralmente a los episcopios de Militeo y Éfeso, en Turquía; y la importancia de la ciudad como referente del mundo romano y la confesión cristiana en Hispania, cuando la península está siendo conquistada por los visigodos, que profesan el arrianismo.
De hecho, según este profesor de la Universidad de Córdoba, en España no hay un edificio urbano de la misma envergadura. El más parecido es el palacio episcopal de Barcelona, construido en la misma época, pero de un tamaño mucho menor que el que, según los arqueólogos, tendría el que había en Córdoba, que suponía una cuarta parte de todo el trazado de la ciudad.
En cuanto a la excavación, si en la primera fase se descubrió un ábside con varias habitaciones que permitió datar la monumentalidad del edificio, en estos trabajos se ha encontrado una habitación construida en el siglo IV (anterior incluso a la construcción de todo el complejo) que fue integrada en el palacio, así como un gran vestíbulo de acceso desde la zona occidental que datan en el siglo VI.
¿Qué ocurrió para que fuera destruido? La primera fase dejaba pocas respuestas, mientras que la segunda tampoco es prolija en información, aunque los arqueólogos sí que han confirmado que se arrasó: en los trabajos han descubierto zonas con un proceso de desmonte y saqueo de las estructuras, así como cenizas de haber quemado, y escombros de ladrillos. Además, está documentado el reaprovechamiento de material (propio de civilizaciones conquistadoras como símbolo de poder), así como que se levantó la cota un metro sesenta respecto a los edificios de época tardoantigua.
La teoría de la basílica de San Vicente
La segunda fase también aleja la teoría de que lo que había bajo la Mezquita era la Basílica de San Vicente, un mito surgido en el siglo XII y que la Iglesia ha tratado como una realidad histórica a lo largo de los siglos. En este sentido, León confirma que la segunda fase descarta cualquier vinculación entre las estructuras halladas y la citada basílica, y recuerda, en cualquier caso, que las referencias a este templo son “de fuentes islámicas que la mencionan en el siglo VIII”.
Tampoco se sabe quién es el obispo que promueve la construcción del palacio episcopal hallado. La figura cordobesa más importante de la época fue el obispo Osio, si bien no se han encontrado elementos para vincularlo con la excavación. Lo que sí tienen claro es que lo hallado es “un espacio urbano vinculado con la figura del obispo y un lugar de representación”, y que el obispo era “la autoridad funcionarial, política y religiosa de la ciudad durante esta etapa”.
Por el momento, se ha reexcavado el 60% de lo previsto. Según León, quedan todavía zonas para intervenir, ahora ya en sitios donde no pudo excavar Félix Hernández. En cualquier caso, por el momento, el puzzle que se va conformando certifica la importancia que tuvo Córdoba, una de las pocas ciudades del mundo con 2.300 años de antiguedad.
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