Has elegido la edición de . Verás las noticias de esta portada en el módulo de ediciones locales de la home de elDiario.es.

¿Qué había antes de la Mezquita de Córdoba? Una reexcavación arroja luz y sorpresas

Excavación en el Patio de los Naranjos

Alfonso Alba

6 de abril de 2021 13:22 h

1

Durante la II República, el arqueólogo Félix Hernández hizo unos descubrimientos fabulosos bajo el Patio de los Naranjos de la Mezquita Catedral de Córdoba. Hernández halló los cimientos del primer alminar de la primera Mezquita de Córdoba (si se fijan bien, está señalado en el pavimento del patio al sur del actual) pero mucho más. Sus trabajos quedaron interrumpidos por la Guerra Civil y sus planos olvidados en los archivos del Museo Arqueológico de Córdoba. Una interpretación de unos alzados, de unos escritos y de una publicación de Samuel de los Santos Géner (ahora se sabe que incompleta) ha desatado en los últimos años una enorme discusión científica sobre qué es lo que había antes de que se construyera la Mezquita de Córdoba a finales del siglo VIII, varias décadas después de la conquista islámica de la Península.

Desde el año pasado, un proyecto conjunto financiado por el Cabildo y dirigido por la Universidad de Córdoba ha reexcavado lo que halló Félix Hernández a partir de 1934 y con unas técnicas actuales ha permitido reinterpretar lo hallado y lanzar nuevas hipótesis. ¿Existió la iglesia de San Vicente? ¿Hubo un enorme complejo episcopal en la zona en época visigoda? ¿Se sentaba el obispo de turno en el atrio que se localizó poco antes de que estallase la Guerra Civil española? Muchas respuestas siguen siendo una incógnita, pero se empiezan a despejar algunas que no son baladíes. Para la iglesia, la presencia cristiana anterior, la existencia de la iglesia de San Vicente, es un hecho trascendente, por ejemplo.

La intervención sobre el Patio de los Naranjos está siendo dirigida por el arqueólogo del Cabildo Raimundo Ortiz y coordinada por el profesor de la Universidad de Córdoba Alberto León. Este martes, los dos han presentado de una manera muy didáctica a la par que científica los resultados preliminares de unos trabajos que han ido un poco más allá de lo que llegó el propio Félix Hernández.

El origen de esta reexcavación se remonta al año 2015, cuando la Universidad de Córdoba recibió presupuesto para un proyecto de digitalización de los fondos del archivo de Félix Hernández, especialmente sobre la famosa excavación en el Patio de los Naranjos durante la II República. Entonces, admiten estos arqueólogos, el propio Hernández se lanzó en busca de la famosa iglesia de San Vicente, un mito surgido en el siglo XII y convertido en verdad histórica a lo largo de los siglos. Ese mito señalaba que como ocurrió en Sevilla, la Mezquita de Córdoba se construyó sobre los restos de una iglesia. El propio Cabildo así lo señala en la visita turística al interior del monumento.

Los planos “no definitivos”, como advierte León, de Félix Hernández han sido interpretados por científicos de medio mundo, generando una enorme controversia. Ante ello, se decidió intervenir, volver a abrir la brecha que cerró Félix Hernández y tratar de “revisar” todas las hipótesis sobre qué es lo que hay exactamente bajo el Patio de los Naranjos, la Mezquita y hasta la Puerta del Puente. Los resultados son, por una parte, esperados y, por otra, sorprendentes.

La reexcavación se ha centrado en sacar gran parte del relleno posterior a la excavación de Félix Hernández pero ha llegado un poco más lejos. Así, ha vuelto a ver la luz un “pórtico con vestíbulo rematado por ábsides con una crujía central con habitaciones”. Al este ha surgido otro edificio “monumental” con un muro de “más de 30 metros de longitud” que se fecha en el siglo V, tres siglos antes de la llegada de los musulmanes a Córdoba. Además, se ha vuelto a localizar un “ábside” con “habitaciones” que lo compartimentan. Y de nuevo, los enormes cimientos ya del siglo VIII del primer alminar de la Mezquita de Córdoba. En una posterior ampliación del monumento, se construyó un alminar califal más alto que el primero, más al norte (se amplió el Patio de los Naranjos) y que sigue en pie dentro de la actual Torre de la Catedral (es visible en una visita a su interior).

Lo más importante de estos trabajos ha sido que se han podido identificar “seis o siete fases constructivas” previas a la Mezquita primitiva. Desde época romana (cuando en este solar solo había casas, ni rastro de un templo como otra leyenda ha especulado) hasta la visigoda e islámica.

Polémica no orientación a La Meca

Una primera sorpresa la da el muro de un “gran edificio” que “superaría” los límites de la primera mezquita aljama. Ese muro aporta otro dato clave para entender esa primera mezquita. Una de las grandes curiosidades del monumento cordobés es que no está orientado a La Meca. Sobre la orientación de la Mezquita de Córdoba se han escrito ríos de tinta desde antiguo. Una tesis histórica sostenía que no se había podido orientar a La Meca porque seguía el trazado de una antigua calle romana. Pero esto no es así. “Esa calle ya estaría ocupada por un gran edificio del siglo V”, señala el profesor Alberto León, por lo que esa teoría quedaría totalmente descartada. Por tanto, ¿a qué se debe que la Mezquita de Córdoba no esté orientada a La Meca? De momento, no hay respuesta a esa columna.

Pero, ¿qué es ese gran edificio que ha aparecido en el Patio de los Naranjos? Es la gran pregunta que se han hecho los arqueólogos y parece que empiezan a tener respuestas. Las excavaciones han permitido saber que ese edificio fue “monumentalizado” después de construido. Es decir, una vez que se levantó en el siglo V ya en el siglo VI se le añadió gloria arquitectónica. Por ejemplo, al inmueble se le incorpora un ábside curvo al que se entraría por una gran puerta que tiene un vano de casi cuatro metros de anchura. En la excavación han aparecido restos de una jamba y el mortero que servía de base para unas losas de mármol. A ese monumento se le construyen diversas dependencias anexas posteriormente y hay un dato clave: durante la conquista islámica ese edificio se arrasa. ¿Por qué? Más preguntas, y algunas respuestas.

Alberto León sostiene que probablemente el edificio de época visigoda hallado tenía un “cierto peso ideológico” como probaría “ese ábside”. ¿Quién recibía o se sentaría en ese ábside? El obispo visigodo de turno. Por tanto, sería la prueba de que bajo el Patio de los Naranjos ha aparecido parte de un “gran complejo” episcopal. Ese gran complejo tendría unas dimensiones enormes, tanto que incluso superaría el límite de la actual mezquita al alcanzar prácticamente hasta el río Guadalquivir.

El centro de Córdoba desde el siglo V

Más sorpresas. La nueva excavación ha ido un poco más al este que Félix Hernández. Ahí, por ejemplo, se ha descubierto un pozo construido en época islámica. Al principio fue usado para arrojar material. Después, como basurero. En el mismo se han hallado muchos huesos de animales, como vacas o corderos. Pero ni resto de cerdos. Por tanto, no hay duda: es islámico.

Pero, ¿qué es lo que pasa entre el año 711 en que llegan los musulmanes a la Península, y por tanto a Córdoba, y el 785 en que se construye la primera Mezquita emiral? En eso se está trabajando también. Consta que se arrasó el antiguo gran complejo episcopal, pero poco más. ¿Se usó la zona como nuevo lugar de culto islámico? Más preguntas.

Pero de momento, pocas certezas. Una de ellas es clave. Según el profesor Alberto León “no hay que obsesionarse con la iglesia de San Vicente”. “Esa idea hay que descartarla absolutamente”, plantea. Pero, ¿qué es entonces ese edificio que ha aparecido a tres metros de profundidad bajo el suelo que cada año pisa un millón y medio de turistas (sin pandemia, claro)? “Es probable que fuese la iglesia episcopal de un conjunto más grande”. En época visigoda, en la antigua Hispania, los complejos episcopales estaban compuestos por tres grandes edificios: una basílica, un baptisterio y el palacio del obispo, ha detallado León, en una visita sobre el terreno. Estos complejos además eran una especie de multiusos de la época: dentro habría almacenes, capillas, una zona administrativa, cementerios, etcétera.

“Nuestra hipótesis es que el complejo episcopal se extendía hasta la puerta del Puente”, sostiene León. Las estructuras halladas tras la construcción del Centro de Recepción de Visitantes de Córdoba, hace algo más de una década, se interpretaron como restos romanos o tardíos relacionados con la actividad industrial del Guadalquivir. Ahora, “esa idea la hemos presentado a los especialistas nacionales y extranjeros, y están de acuerdo. En eso estamos”, sostiene León.

La excavación aún no ha acabado y seguirá adelante durante los próximos meses. Ahora, se orientará hacia el oeste, pero cuidando de no tocar los naranjos (algo que lo complica). Hacia el este también se buscó hasta dónde podía llegar ese gran complejo, pero los resultados del georradar no son concluyentes.

Pero de momento, ya hay grandes hipótesis sobre las que trabajar. La primera es que “este espacio” en el siglo V “ya es el centro de la ciudad” de Córdoba, sostiene Alberto León. Tres siglos después el lugar sigue teniendo una enorme importancia. Cuando llegan los musulmanes, lo arrasan, bien por ideología bien también para reutilizar el material de este enorme complejo en construir la Mezquita primitiva. De hecho, esta es otra teoría. Supuestamente, la primera Mezquita se construyó en un año. León sostiene que la manera de hacerlo tan rápido era reutilizando el material más cercano. Y que mejor que el que había a escasos metros.

Sobre el edificio del siglo V, “no podemos decir que sea una iglesia ni decir que no sea una iglesia”. La respuesta a esa pregunta sería hallar la gran clave de bóveda, el epígrafe del edificio. ¿Existe? Podría ser. Podría estar en un muro, en el pavimento, en una solería. O puede que no se encuentre nunca. El epígrafe indicaría qué obispo construyó ese complejo y cuándo, y podría ayudar a interpretar qué era cada cosa.

Pero de momento, eso son nuevas incógnitas aún por resolver. Queda mucho trabajo por delante. Y mucha ciencia.

Etiquetas
stats