Entierran los restos arqueológicos hallados en el aparcamiento de la Diputación de Córdoba
Un año y medio después del descubrimiento, la Diputación inició este lunes los trabajos para volver a enterrar y proteger los restos arqueológicos hallados en el aparcamiento del Palacio de la Merced. El hallazgo se produjo en una cata previa iniciada para determinar si era viable o no ejecutar un antiguo plan de la Diputación: construir nuevos edificios administrativos con los que acercar a su sede oficial a los trabajadores que tiene repartidos por diferentes zonas de la ciudad.
Finalmente y a pesar del informe del jefe de servicio de Patrimonio de la institución provincial, Joaquín Gómez de Hita, que aseguró que los restos no eran de “relevancia especial”, la Diputación, a instancias de Cultura, ha optado por proteger los restos para conservarlos y ya decidir en un futuro si se ponen en valor o como muchos de los encontrados en la ciudad se estudian y se reservan.
El actual equipo de gobierno de la Diputación descartó la opción de construir los edificios, previstos en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU). Las obras preveían también ubicar una plaza pública de uso vecinal entre los nuevos edificios. Nada de eso se hará. Los restos serán tapados y sobre ellos volverán a aparcar vehículos, como hasta ahora. Además, el parking también se podrá utilizar como antaño, para acoger carpas y ferias sectoriales, aunque la Diputación ha trasladado gran parte de su actividad hacia el Centro de Convenciones, en el Parque Joyero.
Hasta que se excavó el subsuelo, la institución provincial venía usando el aparcamiento para acoger diversos eventos. Ahí, por ejemplo, se ha venido celebrando anualmente la Cata del Vino de Montilla-Moriles, que el año pasado se trasladó a la Plaza de Toros. También otras ferias como Intercaza, Expomiel o la de los Municipios. Hace años, la propia Diputación instaló una carpa que mantuvo durante meses y que fue usada para todo tipo de eventos de ocio y culturales.
Los restos hallados
Los restos hallados se corresponden con uno de los edificios del original convento de Las Mercedarias en Córdoba, fundado entre los años 1245 y 1262 después de que el rey Fernando III de Castilla donase la basílica conocida como de Santa Eulalia a esta orden monástica.
En la intervención autorizada, que no ha pasado de una cata arqueológica preventiva, se ha excavado parte de uno de los edificios originales del antiguo convento, que fue derruido. Sobre sus muros se construyó el actual Palacio de la Merced. El gran hallazgo se sostiene en el descubrimiento de una gran entrada de doble hoja con un gran muro de fachada de 1,55 metros de ancho.
El edificio tiene una planta cuadrangular y se encuentra a la profundidad exacta en la que en la ciudad de Córdoba aparecen los restos del periodo bajo medieval cristiano. Más abajo de sus muros hay restos almohades y califales. Y más abajo aún los arqueólogos encontraron restos de mosaicos romanos.
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