Pájaro encerrado en un patio
Andrés Herrera Ruiz, alias Pájaro para todo el mundo, presentó Santa Leone en el Palacio de Viana
Yo - ¿Esta noche te veo en el bolo de Pájaro en Córdoba?
Tania - No puedo Sergio, he salido de cuentas y no quiero dar el espectáculo dando a luz en medio de un patio, prefiero que lo den ellos.
Con esta breve ciberconversación con la buena de Tania (compañera de Roque, batería de Pájaro) comenzó la noche rockera, noche de “ya veremos qué pasa”.
El rockero sevillano que algunos tildan como el mozo de espadas del gran Silvio trajo su combo de rock, surf, blues, swing, Semana Santa, espaguetti-western, Las Vegas, o versos de San Juan de la Cruz hasta el ciclo de conciertos en el Palacio de Viana.
Como en las tardes de la maestranza, mirada al cielo de rigor por el temor a la lluvia repentina. Ya se sabe que el agua asusta a las aves, por eso la banda desgranó todos los temas de su disco con un parco en palabras de Andrés, que excusó su escasa verborrea por el miedo a los imponderables meteorológicos. Una pena no poder disfrutarlo como en otros conciertos con sus ocurrencias.
Afortunadamente, el tiempo respetó y hubo sitio para el rock con filtros de Ennio Morricone, de Manuel de Falla, de San Juan de la Cruz, de marchas cofrades.
Los recuerdos de las salas de cine de su niñez, de años de Semanas Santas, de compás junto al que escribió la canción que tenía los nombres de todas las vírgenes de Sevilla, se hacen música y aparece Pájaro.
Ajustado de sonido, escaso de potencia, con luces lacrimógenas que afeaban el precioso escenario, Pájaro defendió con interpretación magistral tirando de punteos y trémolo, mucho trémolo. Tres guitarras en escena, batería y bajo con aparición estelar de una corneta para la esperada Palo Santo.
Escuchar la digestión sonora de fragmentos del Amor Brujo de Falla pasados por la batidora Pájaro en medio de un patio de un palacio, emociona. Escuchar el fin de fiesta surfero sureño propio de playas de Cádiz o de Almería, te hace vibrar. Escuchar como defienden Santa Leone en directo, hace que te vayas directo a comprar el vinilo si es que no lo tenías.
Tocaron piezas nuevas, de las que gusta probar en directo. Esperamos con ganas el próximo disco.
Noche bonita, noche emotiva. Noche con recuerdo incluido para los desplazados de cruentas guerras que no paramos de ver en la tele. Bien por Pájaro.
Viana la vuelve “a liar”. Qué emoción que lo que acogió lo más rancio de aristocracias pasadas, acoja ahora lo más innovador.
Bien por Fernando Vacas, bien por la Fundación Cajasur que deja que allí se hagan estas cosas, bien por el público que, aunque la noche se presentaba medio lluviosa, hizo dos tercios de entrada.
Al final, los Pájaro se escaparon del patio, se escaparon por arriba, porque un pájaro debe estar libre aunque Andrés siempre vaya atado su chaleco y las aves vayan desnudas..
Con el permiso de D. Alvaro, D. Alvaro Tarik, termino esta crónica transcribiendo lo que piensa de Pájaro:
“Y es que, para Pájaro, Sevilla, Texas, Nápoles, Nueva Orleans, Roma, Almería o Memphis se huelen desde su ventana. Y el rock’n’roll, el blues, el surf, el swing, la saeta, la tarantela o el spaghetti western suenan como una misma cosa cada vez que pone los dedos en las cuerdas de su guitarra. Así, la magia surge de convertir en posible lo imposible para que la belleza —que es algo que no existe— esté”.
PD: Cosas de uno, pero para mí, noche bonita por ver de nuevo jugar en casa a Paco Lamato y hacerme recordar esas bandas que tenía que tanto me gustaban cuando iba al Level.
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