Morat: “El éxito en Colombia es gracias a España”
Reconocidos antes fuera de su casa que dentro. Ésa podría ser una de las características principales del grupo colombiano del momento, Morat. Su música llegó a España hace apenas un año, cuando la artista Paulina Rubio tuvo en sus manos Mi nuevo vicio, una canción que la banda había compuesto cuatro años antes. Conversaciones posteriores y una apuesta firme de la discográfica Universal Music han conseguido que los cuatro integrantes de la banda -Juan Pablo Villamil, Juan Pablo Isaza, Alejandro Posada y Simón Vargas Morales- se encuentren en lo más alto de la música. En su palmarés ya cuentan con nominaciones a los Grammys y el premio al grupo revelación de 2016 en los LOS40 Music Awards.
Tras Mi nuevo vicio llegó Cómo te atreves y, después, su primer álbum, Sobre el amor y sus efectos secundarios. Apenas superan los 20 años y tienen claro que sus estudios no los abandonan. Posada estudia Arquitectura; Vargas, Historia y Derecho; Villamil estudia Música e Ingeniería Industrial e Isaza, Música y Administración. Este miércoles actuaron en Córdoba en un concierto para 400 personas en Long Rock. Morat hace pop con “letras fáciles pero difíciles en su escritura”. Pero se atreven con todo. Hasta con el flamenco.
PREGUNTA. ¿Cómo está siendo esta última estancia en España?
RESPUESTA. Es bonita porque completa un poco un año en el que llevamos trabajando un montón en España. Los primeros seis meses del año estuvimos viniendo a acá, después una gira de tres semanas en septiembre y ahora estamos terminando el último cachito que nos queda de este año. Por un lado, estamos muy agradecidos porque nos hemos sentido como en casa estando muy lejos de ella. Y, por otro lado, España nos ha dado muchas alegrías en cuanto a que ha sido súper fuerte la acogida del público. Esto no tiene precio.
P. ¿Todo este éxito está superando vuestras expectativas?
R. Totalmente. Nosotros siempre habíamos soñado con lo que está pasando y, ahora, nuestros sueños han ido creciendo. Pero nunca pensamos que fuera a pasar así de rápido. Llevamos tocando juntos unos cinco años: es bastante pero muy poquito comparado con el tiempo que queremos estar en la música. Nos tomó por sorpresa todo este éxito y, sobre todo, que esté pasando tan lejos de nuestra casa.
P. En España, el éxito de Morat es más que reconocido pero, ¿cómo se está viviendo en Colombia, en vuestra casa?
R. En nuestro país está funcionando todo muy bien a raíz de lo que nos está pasando en España. Es un poco paradójico. Nosotros pensamos que íbamos a tener nuestros primeros conciertos grandes en nuestra casa, pero no. Cuando llegamos allí y se enteran de cómo nos fue en España es cuando se interesan por nosotros. Todo es gracias a lo que está pasando acá. Si vamos por Gran Vía, por ejemplo, la gente sí nos para. Sin embargo, en Colombia no era así hasta hace dos meses. Quizás todo ha cambiado a raíz de la nominación a los Grammys.
P. El éxito en España está facilitando la promoción en Colombia.
R. Sí, sí, es así. Ha sido como una bola de nieve. En Colombia hemos estado tocando en un bar y la gente no se ha enterado de que éramos nosotros. Eso en España, no. La gente acá es increíble.
P. ¿Está unidad musical siempre ha sido así o habéis tenido discrepancias para acordar el estilo de Morat?
R. Ésa es una cuestión que no nos ha preocupado mucho porque cada uno tiene sus influencias musicales muy marcadas pero el proceso de composición de las canciones siempre ha sido muy orgánico y natural. Las cosas fueron pasando y decíamos: “¿A todos nos gusta? Perfecto. Sigamos adelante por este camino”. Cuando vemos la respuesta que hemos tenido del público, mejor aún. Todos nosotros entendemos muy bien el concepto de qué es Morat, estamos muy de acuerdo con él y pendientes de mantenernos fiel a la idea de la banda. Además todos tenemos muy claro qué debe aportar cada uno.
P. ¿Y qué es Morat?
R. Morat es un conjunto de composiciones completamente pop: fáciles, claras y con letras originales que, aunque simples en la estructura, no lo son a la hora de escribirlas. Dentro de nuestras grandes influencias están Joaquín Sabina o Alejandro Sanz. Por otro lado, Morat es una banda adicta a la música. Nos encantan los instrumentos raros y nuestra música está plagada de instrumentos poco comunes. Nos preguntan mucho en España que si el banjo, instrumento que tocamos, es colombiano. Y no (risas). Está lejos de ser colombiano. Por último, los estribillos de las canciones de Morat las cantamos todos nosotros y eso es algo que no es muy común. Lo hemos explotado en todas nuestras canciones. Podemos decir que es nuestro sello. Y creemos que eso despierta un sentimiento de bar para que diga la gente: “Si ellos están cantando, ¿por qué yo no?”.
P. Y antes de que llegara Paulina Rubio, ¿cuántas puertas os han cerrado?
R. (Resoplan) Muchas, muchas, muchas. Creemos que el paso de ir a tocar puertas es un momento por el que todos los artistas tienen que pasar. También, nosotros no hemos tenido la necesidad de tocar para vivir y eso cambia completamente la perspectiva del músico. Todo lo hemos hecho siempre y simplemente porque es lo que queremos hacer y ya está. Lo nuestro no es como la historia trágica del músico. Y eso lo hace muy bonito y lindo porque hace que todo lo que hacemos sea de forma honesta y dedicada.
P. No buscabais que la música se convirtiera en vuestra forma de vivir pero ahora sí lo queréis.
R. Sí, sí, cien por ciento. Es el sueño que todos tenemos y ya estamos llegando a un punto de no retorno, cada vez más. Contraes una responsabilidad con la gente que escucha tu música. Precisamente, en la prueba de sonido llegaron unos niños para mostrarnos el villancico que habían compuesto a partir de una de nuestras canciones. Es increíble. Ya hay mucha gente para la que uno, de una forma u otra, es relevante. Esto, sí o sí, marca alguna responsabilidad. Nuestra música está haciendo algo.
P. ¿Cómo se pasa de tocar en un pequeño local en Bogotá a hacerlo delante de miles de personas?
R. Nuestra vida hoy en día es muy cambiante. Tocamos en Barcelona ante miles de personas y en otros actos tocamos con tan sólo unas pocas. Es divertido. Somos muy músicos y nos emocionados por las estupideces más tontas que trae la música (risas). Compramos un cable nuevo para la guitarra y sentimos una felicidad plena (risas). Tocar es lo que más nos gusta, sea delante de las personas que sea. Y cada público tiene su magia. Tocar frente a mucha gente es bonito porque se siente el tumulto y la energía. Y hacerlo en petit comité también está guay porque uno puede dar besos a las personas y estar pendiente de lo que uno está diciendo.
P. Y recientemente habéis recibido el premio al grupo revelación de LOS40 Music Awards.
R. Aquello fue muy fuerte porque no nos lo esperábamos. De entrada, no nos esperábamos las cuatro nominaciones y fue una sorpresa porque veníamos de una serie de desilusiones. Veníamos de los Grammys y no habíamos ganado, al igual que nos pasó con otros premios en Colombia. Con las manos vacías siempre. Pero como dicen, a la tercera va la vencida. Fue loquísimo porque estábamos al lado de Shakira o Carlos Vives y estar rodeado de gente tan grande a la que hemos admirado desde tan pequeño es increíble. Y que a uno lo aplaudan o lo abracen cuando uno gana es muy fuerte.
P. ¿Y seguís estudiando?
R. Sí, sí. No es nada fácil. Seguimos estudiando pero estudiar es un decir (risas). Para el próximo semestre tenemos pensado quedarnos un tiempo en México y consolidar el nombre Morat allí. Si hay algo que merece la pena aclarar es que mucha gente piensa que estudiamos para tener un plan B, y no es así. Lo hacemos porque nos nace, somos muy curiosos y nos gusta saber.
P. Estáis en Córdoba, una ciudad en la que el flamenco es uno de sus pilares principales. ¿Os han pedido alguna vez componer canciones de flamenco?
R. (Risas) Lo hemos intentado. Creemos que componemos más canciones para otros que para nosotros y lo hacemos desde mucho antes de tener la banda. Hemos compuesto para Paulina Rubio o Carlos Baute, por ejemplo. Y un día nos llegó un mensaje que decía que teníamos que componer una canción para Antonio Carmona. Y nosotros dijimos: “¿Qué? Nunca hemos escrito flamenco” (risas). Pedir a un colombiano que escriba flamenco es como pedir a un español que haga una salsa, es una cosa que uno no entiende. Pero nos pusimos e hicimos una canción que quedó muy buena pero no era flamenco. Hacer eso es imposible (risas). Creemos que Antonio Carmona la escuchó y dijo: “¿Pero qué es esto? Esto no tiene el un, dos, un, dos, tres del flamenco”. Y somos muy fans del flamenco porque siempre que hemos estado en España hemos tenido momentos muy bonitos y ahí estaba el flamenco. Por ejemplo, un pub de Madrid es increíble porque suena mucho flamenco y hemos ido en varias ocasiones con Pablo López. Creemos que la gente de fuera sólo conoce la punta del iceberg. La gente piensa que el flamenco es la bailaíta y las palmas, y no. Pero la cultura que tiene detrás... El flamenco es para gente inteligente. Lo mismo pensamos de la música de carnavales. Alguien que nos ha convencido mucho de esto es Manuel Carrasco. El otro día estuvo una hora hablándonos de carnavales y llegamos a buscar los vídeos en Youtube de él cantando sus coplas (risas). O ver a Alejandro Sanz cantando bulerías. El flamenco es una cultura muy rica y las veces que hemos podido estar cerca de ella, hemos disfrutado mucho. A nosotros sólo nos queda disfrutarla. El ejercicio de componer para Antonio Carmona nos demostró que eso es algo muy bonito pero que es de ustedes al final.
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