Un solo hombre, una orquesta de rock: Branquias Johnson trae su show al Ambigú
Del protagonista de la próxima Cowabunga Party es mejor saber poco antes de verlo tocar en directo. Se sabe que nació en Ronda y que, mientras bajaba desde la montaña hasta la costa, donde es habitual verlo, le llegó el olor a mar y encontró su nombre blusero: Branquias Johnson.
Seguramente lo imaginó en luces de neón y rodeado de wisky y una banda de viejos negros criados en la orilla del Mississipi. Pero lo importante no es lo que uno quiere ser, sino lo que uno acaba siendo. Y Branquias Johnson, a falta de banda, decidió convertirse a sí mismo en un hombre orquesta. Lo hizo de la forma más fácil posible. Su pierna, un martillo pilón que percute la batería. Su barriga prominente, un lecho para la guitarra. Sus manos, un dechado de malas artes para el rock. Su voz, un sonajero de alaridos.
El resultado es una música que puede sonar a rock garajero, punk y blues sucio, incluso a lo que uno grita cuando recibe una descarga eléctrica. A todo eso suena Branquias Johnson. Aunque lo mejor es verlo. Seguramente, entre tema y tema no se sepa quedar callado y taladre al público con su filosofía vital, pero también es posible que, si lo que te gusta es el rock sin condimentos ni postureos, este concierto de actitud y sonido sin cortar sea para ti.
Branquias Johnson toca este sábado en la terraza del Ambigún Axerquía a partir de las 22:00 en una nueva Cowabunga Party. Junto a él, estarán Los Fusiles, un grupo de pop rock de inspiración anglosajona que no puede evitar tampoco evitar mirar de reojo a clásicos patrios como Los Clash, Burning, Gabinete Caligari, Tequila o Silvio. Y a los platos, dos aunténticos temerarios del vinilo: Tony Devildog y DuCanción.
Todo ello, por 12 euros entrada anticipada, que se puede adquirir en Kiosco Tendillas, Discos Vitalogy y en WEGOW.
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