Cultura inicia el proceso para revisar las obras del Salón Rico de Medina Azahara
El Salón Rico fue construido en el siglo X y reconstruido en los años cuarenta del siglo XX por Félix Hernández. Entre 1975 y 1982 Rafael Manzano completó la obra, que pudo ser entonces contemplada por los turistas. En el año 2009, el Salón Rico del yacimiento arqueológico de Medina Azahara cerró sus puertas para someterse a unas obras de restauración. En julio de 2017, ocho años después, la Junta trata de desbloquear una compleja maraña jurídica para rescindir el contrato de las obras y poder continuar con ellas.
Actualmente, las obras del Salón Rico están oficialmente paradas. Su visita es imposible y los turistas que acuden a Medina Azahara se tienen que conformar con el audiovisual del centro de interpretación de visitantes. El problema está en un bloqueo doble. Por un lado, la Intervención General de la Junta consideró que la adjudicación de la dirección de las obras de restauración no se hizo bien y no la puede validar. Por otro, el Gobierno andaluz continuó con una segunda fase de los trabajos y la empresa que los ejecutaba los suspendió por falta de presupuesto, una situación muy parecida a lo que ha ocurrido con los trabajos de reforma del Palacio de Congresos de la calle Torrijos.
Este miércoles, el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA) publicó el anuncio de una notificación dictada por el secretario general de Cultura: la “revisión de oficio” del contrato tanto de la dirección de la obra como de la obra. Es decir, se da audiencia al contratista y al director de la obra, un arquitecto, para alegar lo que estimen oportuno antes de proseguir con los trámites, que deberían concluir en la rescisión del contrato.
Las obras del Palacio de Congresos han estado más de dos años paralizadas. Las de Medina Azahara llevan un mínimo de dos años, ya que la segunda fase se adjudicó en 2014 y se paralizó en el verano del año pasado por falta de presupuesto, según alegaba la empresa.
La primera fase preveía la demolición del pavimento, el oicado de revestimiento de mortero de cemento en muros, una excavación con seguimiento arqueológico para la nivelación de la terraza superior, el recrecido de muros de contención de mampostería, la realización de atarjea de ventilación de los muros del Salón, la revisión y puesta en funcionamiento de la instalación de electrofóresis, la creación de barrera química mediante la inyección de siliconatos en los muros de la cabecera del salón y en los contrafuertes de la cámara bufa, la limpieza, el enrejado y la restauración de pavimento agrietado. Pero la obra está pendiente de concluir, hasta que no se vuelva a adjudicar la dirección técnica.
En el año 2014 se volvió a adjudicar la segunda fase de la obra, que era la reposición de los autariques del Salón Rico de Medina Azahara. Estos trabajos se iban a financiar gracias a un convenio firmado por el Instituto Andaluz de Patrimonio con la World Monuments Fund (WMF) en octubre del 2011. En total, estaba prevista una inversión de medio millón de euros y un plazo de obras de 15 meses. En total, se tenían que haber recolocado más de 5.000 autariques. La obra fue suspendida por falta de presupuesto y su reinicio estaría pendiente de una addenda al convenio que se negociaría con la WMF, algo que la ex consejera de Cultura Rosa Aguilar aseguró que estaba ya casi decidido.
Considerado la gran maravilla de Medina Azahara, yacimiento que aspira a ser Patrimonio Mundial de la Unesco en el año 2018, el Salón Rico fue construido entre el 952 y 957, siguiendo el esquema basilical del Salón Superior, aunque con tres naves en lugar de cinco. El salón tripartito se divide mediante dos hileras de columnas con basas y capiteles de avispero, fustes de mármol rosa y negro y cimacios sobre los que descansan arcos de herradura. Los paramentos tienen un zócalo de mármol blanco del que emana una decoración de aplacados de piedra. Los turistas llevan ya ocho años sin poder disfrutarlo.
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