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Vuelven a despedir a una arqueóloga después de una sentencia que anuló su rescisión de contrato

María José Ayuso, alcaldesa de Aguilar de la Frontera desde febrero de este año.

Alfonso Alba

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El Ayuntamiento de Aguilar de la Frontera ha despedido a una arqueóloga justo después de acatar una sentencia que anulaba una rescisión previa de contrato, que la convertía en indefinida. La sentencia fue firmada en marzo de este mismo año por el Juzgado de lo Social número uno de Córdoba. El Ayuntamiento entiende ahora que no necesita una arqueóloga en su plantilla y por eso despide a esta trabajadora, según el fallo judicial y el informe del secretario del Consistorio a los que ha tenido acceso este periódico.

La arqueóloga ha llegado a encadenar contratos temporales desde el año 2008 para trabajos en el Castillo de Aguilar de la Frontera, muy deteriorado, y también para las labores tanto de conservación como de investigación en el municipio desde entonces. La alegante sostiene que su trabajo es necesario, sobre todo con los planes futuros del Ayuntamiento ya que está previsto que se continúe investigando en el yacimiento del antiguo castillo y que se abra un centro de interpretación del mismo.

El titular del Juzgado de lo Social considera que el Ayuntamiento ha incumplido la normativa de contratación al menos entre el 2008 y el 2012, al entender que la encadenación de contratos temporales y la interrupción de los mismos no se llegó a justificar adecuadamente. Por eso, considera que su contrato es indefinido hasta ese año y condena al Ayuntamiento a abonarle el salario de esos años y a reconocerle su antigüedad.

La mujer se dio de baja en el año 2017 por maternidad. Entonces, el Ayuntamiento optó por un plan de empleo especial financiado por la Junta para contratar a otro arqueólogo. Por eso, demandaba también la nulidad del despido. Pero el juzgado no ha entrado en el fondo del asunto, al considerar que ya debería haberse considerado indefinida.

Ahora, el Consistorio ha decidido volver a despedirla de manera objetiva, al considerar que no necesita a un arqueólogo en plantilla. Esta trabajadora denuncia que, al contrario, el Ayuntamiento sí que la necesita.

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