La vida bajo techo (V): “Es el momento de levantar el país (y el mundo) de verdad y desde abajo”
“Mientras dure la vida, sigamos con el cuento”, animaba la escritora Carmen Martín Gaite. Seguimos recibiendo historias ciudadanas en cualquier formato sobre esta crisis desde distintos puntos de Córdoba y del exterior. Éste canal se convierte en un lugar para que relates tu experiencia en estos días difíciles. Un espacio de denuncia, desahogo, ayuda e inspiración para los demás. Puedes escribirnos aquí.
Emilio, desde Mirabueno
RECOMENDACIÓN PARA BAJAR LA AFLUENCIA DE CLIENTES SIN PERDER VENTAS
Junto con mi socio, regento una tienda de barrio/supermercado pequeño en el barrio Mirabueno de Córdoba. Estamos plenamente entregados a la causa de echar a Covid19 de nuestras vidas lo antes posible. Y por ello (no sin varias decepciones con la actitud de algunas personas) nos hemos puesto las pilas, modificando horarios, turnos de trabajo, activando pedidos por WhatsApp... casi a diario.
Nuestros clientes respetan el aforo que hemos implantado de 2 clientes como máximo en la tienda, esperan pacientemente en el exterior con varios metros de distancia entre ellos, suelen venir con mascarillas y/o guantes... Siempre hay alguna excepción pero cada vez son más minoría.
Ahora no abrimos por las tardes. Mientras uno va a comprar al almacén, el otro pone a punto la tienda, limpiando y desinfectando, colocando la mercancía...
Hemos puesto en marcha los pedidos por WhatsApp. Los clientes nos mandan su lista de la compra, se la preparamos y entregamos entre las 14h y las 15h, donde ya estamos trabajando a puerta cerrada. Con esto hemos disminuido el tráfico de personas en la tienda y los clientes piden todo lo que necesitan.
Se puede perder algo de venta por impulso, pero sin embargo nuestras ventas han subido, ya que cada vez son menos los que recurren a las grandes cadenas y deciden apoyar más que nunca a la tienda que tienen a su lado y que son los que más conocen al barrio y sus necesidades. Incluso nos podemos permitir cerrar el domingo para descansar.
Sé que hay otras tiendas que han optado por opciones similares, y ha sido de forma totalmente espontánea. Es como si de forma casi mágica hubiera surgido entre todas las tiendas un sentimiento común de responsabilidad, de ejercer de maestros en normas de higiene, en ejercer casi de policías, en respetarnos todos cuando coincidimos comprando en la lonja, y siendo solidarios sin acaparar toda la mercancía que más se reclama estos días, para que todos podamos tener un poco.
Es el momento de levantar el país (y el mundo) de verdad y desde abajo. Vamos a demostrar que dedicarse a la alimentación no es sólo colocar botes de mayonesa en una estantería. Es una vocación de servicio, es ejercer de psicólogo y de chef con los clientes.
Vamos a superar esto. Y vamos a demostrar que aquí estamos y estaremos.
El mundo va a cambiar, y nosotros ayudaremos a que sea para mejor.
¡Ánimo! 💪💪😘🏳️
Cono Martínez, desde Montevideo
*17 mensajes*
Desperté al mediodía,
mire la hora en el celular, eran las 12,
mi espalda dolía como todos los días al despertar.
Tenía 17 mensajes.
Podría haber sido cualquier día de la semana,
son todos iguales desde que llegó la peste.
Es así, estamos confinados y espero lo peor.
Pero lo peor siempre está por venir.
Hay poco más que decir amigo,
solo admitir que estaba equivocado.
Yo siempre pensando en que estábamos,
lo peor que se podía estar, y estaba equivocado.
Lo peor siempre está por venir.
La espalda seguirá doliendo al despertar,
después de hoy será mañana,
la peste cambiará de nombre,
las flores no serán jamás una fuente de alegría permanente,
nada lo será.
El mañana será la suma de eventos desgraciados
y el mundo seguirá lleno de gente, como debe ser.
Mis buenas intenciones afectarán de mala manera a muchos
y la misma cadena de hechos se repetirá.
Yo leeré los 17 mensajes
aún sabiendo que lo peor está por venir.
Jesús Merino, desde el Figueroa
¿No piensan que la quedada de aplausos en los balcones pueda ser motivo de infección? La bacteria en horizontal al ser expulsada por la boca podría llegar a alcanzar 2 metros pero...¡hacia abajo no tiene límites hasta que llega al suelo y toda la gente tiene las manos fuera de las ventanas exponiendo a que se deposite los virus en sus manos .creo que es un foco de infección !!!!ánimo España!!!
Esperamos tu historia. Puedes escribirnos aquí.aquí
La vida bajo techo (IV): “Días de virus y cosas”
La vida bajo techo (III): "Estoy harto de ver clientes que vienen a comprar varias veces al día"
La vida bajo techo (II): "¿Para cuándo esa prueba que me diga si soy positiva en coronavirus o no?"
La vida bajo techo (I): " En nuestra mano tenemos más posibilidades de las que creemos"
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