Y el último frente abierto del SAS es el taxi del pueblo al hospital
El colectivo de autoturismo denuncia los recortes en los servicios que prestan que ponen en peligro el trabajo de 500 autónomos
Prestan un servicio fundamental desde hace años: llevar y traer enfermos que necesitan un tratamiento diario o semanal desde los pueblos hasta los hospitales. Se denominan a sí mismo el sector del autoturismo pero en el argot popular siguen siendo taxistas. Se han convertido en el último frente abierto del Servicio Andaluz de Salud (SAS). Esta mañana se han manifestado a las puertas del hospital Reina Sofía. Denuncian que el SAS no les paga desde hace dos meses y que están en una situación insostenible que pone en riesgo el trabajo de más de 500 trabajadores autónomos.
Este colectivo denuncia que desde hace un tiempo el SAS ha recortado los servicios que hasta ahora prestaban. Así, por ejemplo, ya no se abona el transporte para los enfermos que necesitan tratamiento de rehabilitación de voz, rehabilitación de salud mental y quimioterapia por pastillas. También denuncian que recientemente se ha dejado de prestar el servicio de desplazamiento por autotaxi a nuevos pacientes de radioterapia y quimioterapia, “manteniéndose en los que ya estaban siendo sometidos a estos tratamientos con anterioridad a los recortes”, argumentan. Mientras, la hemodiálisis sigue pagándose en tiempo y forma, reconocen.
El sector asegura que no está dispuesto a “mendigar” una subvención pero que sin estos servicios el empleo de más de 500 personas corre peligro porque el servicio de taxi en los pueblos “se convierte en insostenible” por los “costes” de gasóleo, mantenimiento o seguros.
Los taxistas han solicitado reuniones con los responsables del SAS en Córdoba, con la delegada de Salud, María Isabel Baena y con los responsables de la Asociación Española contra el Cáncer, para solicitar su respaldo. De momento, no han recibido respuesta. Por eso se han manifestado esta mañana a las puertas del hospital Reina Sofía.
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