Córdoba afronta el verano con más reservas de agua de los últimos cuatro años
La sequía no se ha acabado, pero las lluvias de primavera, sin ser excepcionales, sí que han aliviado la sed de la provincia de Córdoba. Tanto que desde el verano de 2019, la provincia de Córdoba no afrontaba un verano con tantas reservas de agua. Estas reservas permitirán aliviar las restricciones ya aplicadas en puntos de la provincia, como en el sur. En el resto de Córdoba se dan por finalizadas la mayor parte de ellas. Pero principalmente estas reservas se destinarán al regadío extraordinario de verano, fundamental para la agricultura de la provincia, especialmente la producción de aceite de oliva.
Según los datos provisionales de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), en los embalses de la provincia de Córdoba hay en estos momentos unos 1.400 hectómetros cúbicos de agua. La capacidad total de la cuenca en Córdoba es de algo más de 3.300 hectómetros cúbicos. Es decir, la reserva media está al 42% de su capacidad. Es más del doble que hace justo un año. En mayo de 2023, en Córdoba había unos 600 hectómetros cúbicos de agua. Aún así, la situación está levemente por debajo de la media de la última década. A estas alturas del año y para afrontar un verano con normalidad, la cuenca debería estar al 53,4% de su capacidad total.
Las lluvias del mes de marzo han sido fundamentales para este alivio. Ahora en primavera, la mayor parte de las precipitaciones han sido en forma de chubascos y tormentas, salvo las de este mismo miércoles, más generalizadas, y que han dejado acumulados medios de unos diez litros en muchos puntos de la provincia de Córdoba. Además, en la cuenca alta del río Genil en la provincia de Granada ha llovido de manera abundante. Incluso ha nevado en Sierra Nevada. Eso es una reserva extraordinaria que poco a poco irá haciendo crecer el nivel del embalse de Iznájar, el de mayor tamaño de Andalucía y que tras varios años ha logrado salir de la situación de emergencia. Eso sí, Iznájar afrontará el verano en situación de prealerta salvo diluvio. Ahora mismo, el embalse dispone de casi 262 hectómetros cúbicos de agua. Alcanzará la situación de normalidad cuando supere los 540 hectómetros.
De la emergencia a la pre alerta
Iznájar es el mayor embalse de Córdoba. Tanto, que estando al 28% de su capacidad acumula más agua que la suma de los embalses que abastecen a la ciudad de Córdoba, el Guadalmellato y San Rafael de Navallana. El primero está técnicamente lleno, por encima del 93%. El segundo supera el 72%. Su situación conjunta es de absoluta normalidad.
La zona norte de Córdoba ha salvado por fin su grave situación. Sierra Boyera se secó en abril del año pasado y el trasvase de La Colada hizo que el agua no fuese potable. Ahora, Sierra Boyera entra en normalidad y el agua potable ha regresado tras un año de prohibición. Acaban también las restricciones en dos comarcas que han sufrido mucho y que incluso antes de que se prohibiera el consumo de agua tenía ya problemas de suministro.
También está en situación de normalidad el embalse de Martín Gonzalo, que abastece de agua potable a Montoro y a varios municipios de su entorno. Por lo que la sequía tan solo se seguirá notando en los hogares de los 200.000 cordobeses que beben del embalse de Iznájar. También los regantes del Genil-Cabra tendrán dotaciones muy inferiores a las normales. En el resto de la provincia, casi que se podrá regar con normalidad. Y sus vecinos, disponer de agua potable sin problema alguno.
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