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Ordenan sacrificar a siete vacas con tuberculosis utilizadas en un programa de conservación de una raza en extinción

Terneros de la raza cárdena andaluza, en peligro de extinción, que han nacido con transferencia de embriones en un proyecto del Ifapa de Hinojosa del Duque (Córdoba).

Carmen Reina

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El Servicio de Agricultura, Ganadería, Industria y Calidad de la Junta de Andalucía en Córdoba ha ordenado el sacrificio de siete vacas utilizadas para gestar embriones del programa de conservación de la raza vaca cárdena andaluza, en peligro de extinción. Estas siete vacas han dado resultado positivo en tuberculosis y, si bien desde el Ifapa se ha pedido una segunda prueba de contraste para comprobar si se trata de tuberculosis bovina o bien es aviar -que no conllevaría el sacrificio de los animales-, la Junta ha determinado no hacer esta prueba y matar a las siete vacas. Una de ellas se encuentra actualmente preñada de un ternero de vaca cárdena andaluza y se ha aplazado su sacrificio hasta después del parto. Este programa de conservación en Hinojosa del Duque (Córdoba) ya ha conseguido el nacimiento de varios terneros de esta raza por transferencia de embriones.

Desde el grupo técnico del Ifapa que lleva a cabo este programa de conservación de la raza de vaca cárdena andaluza -de la que quedan poco más de doscientos ejemplares en todo el mundo y se trata de una raza eminentemente cordobesa- dudan que la tuberculosis detectada en las siete reses sea bovina y piensan que esta podría ser de tipo aviar, transmitida por palomas, según han explicado a este medio. Por eso, desde la presidencia del Ifapa -que desarrolla el programa de desarrollo de embriones de esta raza con vacas de leche en su centro de Hinojosa del Duque-, solicitaron a la Delegación de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural una segunda prueba para determinar el origen de la tuberculosis. Temen, apuntan las fuentes consultadas, que sin esa prueba y con el sacrificio de las reses, el programa de conservación de la raza cárdena andaluza vea su fin, al perder fiabilidad de cara a obtener embriones para su desarrollo.

Mientras, el Servicio de Agricultura, Ganadería, Industria y Calidad de la Junta de Andalucía ha emitido un informe sobre los hechos y determina la no realización de la segunda prueba y el sacrificio de las siete vacas, si bien fuentes de la administración autonómica precisan a este periódico que la vaca preñada de un ternero de la raza en peligro de extinción no se matará hasta después del parto.

En dicho informe, se explica que el 22 de marzo de este año se realizó la prueba de intradermotuberculinación (IDTB) a las vacas, dentro del Programa Nacional de Erradicación de la Tuberculosis Bovina. Siete animales dieron positivo y, a consecuencia de ello, se emitió resolución con fecha 2 de abril de la Junta en la que “se ordena el sacrificio obligatorio de siete animales positivos”. Dos días después, la presidencia del Ifapa emitió su solicituid para la realización de “una prueba de intradermotuberculinación de comparación y el aplazamiento del sacrificio de los siete animales referidos”. Su petición se basa en que “existen indicios serológicos y epidemiológicos que justifican que en el rebaño bovino no haya infección por M. tuberculosis complex (bovis, caprae y tuberculosis) sino solo por otras microbacterias, presumiblemente de origen ambiental/aviar”.

El informe de la Junta desgrana la normativa vigente al respecto de la tuberculosis en ganado y detalla que “para poder autorizar el empleo de la prueba de la IDTB de comparación, deben existir fuertes indicios (microbiológicos, serológicos y epidemiológicos) de que en el rebaño no hay infección por M. tuberculosis complex, sino solo por otras micobacterias”. Y apunta que “solo excepcionalmente (...), los servicios veterinarios oficiales de la comarca podrán realizar un estudio detallado de la explotación”. Este estudio exhaustivo no se ha llevado a cabo.

Por ello, finalmente, el Servicio de Agricultura, Ganadería, Industria y Calidad de la Junta no ve motivos para hacer esa segunda prueba pese a tratarse de vacas utilizadas en un programa de conservación de una raza en peligro de extinción. Y concluye el informe proponiendo “no autorizar la realización de la prueba comparada de los siete animales” y ordena eñl sacrificio de las reses, ante “la imposibilidad de evidenciar” que el rebaño no tenga tuberculosis bovina.

Detalles de la normativa

Desde la Junta de Andalucía se ha explicado que el programa establece el sacrificio de los animales que dan positivo en la prueba debido a que la tuberculosis es una enfermedad de repercusión al tratarse de una zoonosis, es decir, una enfermedad que puede transmitirse de animales a personas. Y que la prueba de comparación que se pide en algunos casos es menos sensible a la realizada en el diagnóstico inicial.

Además, “sólo se autoriza por parte de la Delegación Territorial en determinados supuestos, como el hallazgo de algunas microbacterias en los cultivos realizados a las muestras extraídas de los animales sacrificados y, por tanto, no de muestras del animal vivo”, argumentan. El empleo de la prueba de intradermotuberculinizacion está recogida en el apartado 7.1.2.2.b del programa de nacional de erradicación en Andalucía 2024, estableciendo su uso excepcional dado que es menor sensible y puede ser contraproducente en caso de infecciones mixtas (tuberculosis y otras micobacterias, aviares o ambientales).

El proyecto de recuperación de la raza “no se ve alterado”

Asimismo, la administración asegura que el proyecto de recuperación de la raza cárdena andaluza mediante transferencia de embriones que se desarrolla en el centro Ifapa de Hinojosa del Duque “no se ve alterado por las actuaciones llevas a cabo tras los análisis positivos en siete vacas. Los hitos del proyecto se están alcanzando convenientemente y la previsión del número de embriones implantados se está cumpliendo con éxito”.

En ese sentido, se explica que la primera fase de transferencia de embriones en el Ifapa finalizó en enero de 2024 y actualmente se desarrolla la fase de recría de los terneros nacidos. En estos momentos hay tres terneros nacidos y dos vacas gestantes entre las transferidas. El Ifapa sigue prestando apoyo técnico al CENSYRA y a las ganaderías externas siguiendo lo programado en el proyecto.

Con todo, las actuaciones que realiza la Delegación Territorial en materia de sanidad animal “son esenciales no solo para mantener en buenas condiciones sanitarias la cabaña de la provincia, sino que asimismo se dirigen a evitar y prevenir potenciales problemas para la salud pública humana. Hasta la fecha han sido sacrificadas seis hembras de vacuno en el centro Ifapa de Hinojosa del Duque, de las que ningún ejemplar era de la raza cárdena andaluza”, sino las vacas de leche que se utilizan para gestar los embriones. La séptima vaca no se sacrificará hasta el parto del ternero desarrollado de un embrión de la raza en peligro de extinción.

La Junta defiende que “la actuación realizada por la Delegación Territorial responde a la interpretación y aplicación fiel de la normativa vigente, actuando con normalidad, al igual que en el resto de intervenciones, para defender la seguridad animal y humana y siguiendo los programas sanitarios aprobados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y por la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural. Esta actuación, al igual que otras, se ha realizado con el total conocimiento y coordinación de los responsables del Ifapa”, concluyen.

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