Satse afirma que los sanitarios son los “chivos expiatorios” de la gestión sanitaria

El Sindicato de Enfermería Satse Andalucía ha condenado con contundencia las agresiones sufridas esta semana por profesionales sanitarios en las provincias de Málaga, Cádiz y Huelva, y ha denunciado que estos trabajadores están siendo utilizados como “chivos expiatorios” de una gestión sanitaria que califican de desastrosa.

El sindicato advierte de que no se trata de episodios aislados vinculados únicamente a la saturación que sufren los centros sanitarios durante el verano, sino del reflejo de un sistema colapsado, con plantillas insuficientes y una grave carencia de medios, en el que los profesionales acuden a su puesto de trabajo con el riesgo de salir lesionados, humillados o traumatizados. Mientras tanto, critican, el Gobierno andaluz “sigue mirando hacia otro lado, celebrando supuestos logros con cifras maquilladas e inaugurando centros con más ruido mediático que soluciones”.

SATSE también ha reprochado a la Junta de Andalucía que destine más de 500 millones de euros a clínicas privadas, en lugar de reforzar la sanidad pública y mejorar las condiciones laborales de sus profesionales, lo que contribuiría a frenar la creciente lacra de las agresiones.

El sindicato alerta de que el sistema sanitario andaluz es hoy “una auténtica bomba de relojería” y de que, si no se adoptan medidas urgentes y reales, los episodios violentos contra profesionales sanitarios no solo continuarán, sino que se multiplicarán. “Es inadmisible que enfermeras, enfermeros, fisioterapeutas y otros profesionales tengan que pagar con su integridad física y emocional los errores de la política sanitaria, ni dar la cara siempre para que se la partan”, han señalado.

Ante esta situación, SATSE reclama al Servicio Andaluz de Salud (SAS) que reactive cuanto antes el Observatorio de Agresiones a Profesionales, paralizado desde hace años por decisión política, y que ponga en marcha medidas de seguridad efectivas. Entre ellas, destacan la presencia policial en centros de alta conflictividad, la instalación de sistemas de alarma y cámaras de videovigilancia, protocolos de intervención rápida y sanciones ejemplares para quienes agredan a personal sanitario.

El Sindicato de Enfermería advierte de que, sin un cambio de rumbo inmediato, las agresiones seguirán aumentando y con ello se pondrá en riesgo no solo la seguridad de los trabajadores, sino también la calidad de la atención que recibe la ciudadanía.