El Guadalquivir, 25 centímetros de profundidad en un cauce en el que se multiplican los problemas
Salvo 11 días de diciembre de 2022, el cauce del río Guadalquivir a su paso por Córdoba capital tiene una profundidad máxima inferior al medio metro. En las últimas semanas la media está en 25 centímetros. Este viernes, en apenas siete centímetros. Pero es que entre octubre y noviembre del 2021 el río dejó de fluir. El sensor que afora el cauce del Guadalquivir en la zona de Casillas midió que el río iba a -30 centímetros de profundidad. Es decir, que no fluía.
La sequía es la que ha provocado una situación dramática en el río grande de Andalucía, donde se multiplican los problemas cuando el agua deja de fluir y el cauce desciende de manera muy importante. Y es lo que acaba de ocurrir en la última semana. El río baja con tan poca agua que por un lado se produce un proceso químico que hace que proliferen las algas. Y por otro realza los problemas en el momento en el que llega un vertido, por muy escaso que sea.
Desde principios de semana, técnicos de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) están recogiendo muestras en el río. Al principio, varios ciudadanos detectaron unas manchas en el cauce que hicieron sospechar de que se trataba de un vertido. Las primeras pruebas certificaron que se había vuelto a repetir lo que ya ocurrió en el otoño del 2021: la escasez de agua hizo que aumentaran de manera muy notable la presencia de algas. El cauce del Guadalquivir a su paso por Córdoba es tan escaso que las aguas han comenzado a tener problemas de oxidación. Y eso a su vez ha disparado la presencia de algas de fitoplancton, que son las que le dan ese extraño color al río entre los puentes de Miraflores y de El Arenal.
Esa estanqueidad es la que ha provocado una presencia masiva de estas algas. Los técnicos de la Confederación, según ha podido saber este periódico, están vigilando el episodio a través de la fotodetección y en cada momento evalúan la situación por si se agravase. De momento, no consta que se haya producido una mortandad de peces por la falta de oxidación de las aguas.
Aparte, se investiga también un supuesto vertido ocurrido entre el miércoles y el jueves, con un origen aguas arriba a Córdoba capital. El vertido es muy visible en la zona del puente de Alcolea y ha llegado algo más diluido a la ciudad de Córdoba. Los técnicos de la Confederación están investigando el origen. En el caso en el que se identifique el origen de este vertido se dará parte al Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil.
La llegada de pequeños vertidos al Guadalquivir no es algo inusual. De hecho, algunas alcantarillas vierten en el río. Pero la extrema sequía hace que ahora mismo sea prácticamente imposible que estén vertiendo al río. Aguas arriba, y fuera del término municipal, también hay problemas de vertidos en algunas parcelaciones próximas al cauce e, incluso, de algunas fábricas, especialmente dedicadas a la producción de aceite de oliva. Ahora, por muy pequeño que sea el vertido, el cauce es tan escaso que el daño es importante.
La sequía del río hace aflorar su lecho. De momento, el agua sigue corriendo bajo el Puente Romano, aunque como un pequeño arroyo. Ahora mismo es posible cruzar el cauce mojándose apenas los tobillos. En otoño se llegó a secar este pequeño hilo de agua.
El Pacma pide una investigación
Este viernes, el Partido Animalista Pacma ha solicitado a la Junta de Andalucía que inicie una investigación “inmediata” para esclarecer el origen de los vertidos que han aparecido en río Guadalquivir a su paso por la provincia de Córdoba. “El quinto río más largo de la península ibérica y uno de los más caudalosos sufre, de nuevo, las consecuencias de la actividad humana. Se trata de la segunda vez en siete años que una mancha de contenido nocivo para el ecosistema se extiende poniendo entre las cuerdas a la fauna local, que se arremolina en los espacios en los que aún quedan aguas relativamente limpias”, han denunciado.
“Si bien en 2017 se determinó que un vertido de orujo procedente de Pedro Abad fue el causante de una enorme mortandad entre los peces, de momento se desconoce el origen de la nueva mancha que podría poner en riesgo, una vez más, a la fauna y flora locales en un ecosistema de por sí deteriorado a causa del descuido general del río”, aseguran.
Por ello, el presidente del Partido Animalista, Javier Luna, solicita a través de un comunicado de prensa que la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta de Andalucía, encargada de desarrollar y aplicar las políticas y estrategias en materia de gestión, conservación y uso sostenible de los recursos hídricos de la comunidad autónoma, se “preocupe” por abrir una investigación para depurar responsabilidades sobre este nuevo incidente y que “extreme” las medidas de prevención y reacción ante este tipo de sucesos.
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