Las familias de los fusilados por el franquismo claman a las administraciones por la exhumación de las fosas
María Inés Raya sostenía en sus manos un retrato de su padre, víctima de la represión franquista y uno de los fusilados cuyos restos yacen aún en una fosa común en Córdoba. La imagen de María Inés es la imagen de las familias de los fusilados en la Guerra Civil y años posteriores en Córdoba que aún hoy, 85 años después, buscan recuperar los restos de los suyos y darle una sepultura digna. Ese retrato es la imagen de las jornadas organizadas por Dejadnos Llorar por La Causa delos 4.000, unas jornadas que han comenzado con un minuto de silencio en memoria de María Inés, que hace pocas fechas ha fallecido, sin poder conocer dónde estaba enterrado su padre ni haber recuperado sus restos.
“El tiempo pasa, la muerte y la enfermedad llega. Y el escepticismo pesa sobre quienes esperan la exhumación de las fosas”. Quien dice estas palabras es Antonio Deza, a sus 85 años, presidente de la asociación de familiares de víctimas del franquismo Dejadnos Llorar. Muy cerca de él, antes de inaugurar las jornadas, es un sobrino de María Inés quien, en su nombre y su memoria, sostiene ahora la fotografía de su padre.
Porque la búsqueda de todas las familias de los más de 4.000 represaliados que se estiman fueron fusilados y enterrados en los cementerios de La Salud y San Rafael, sigue. Y por eso, este jueves, la inauguración de las jornadas han servido para clamar a las administraciones que rubriquen ya el convenio pendiente entre Gobierno, Junta de Andalucía, Diputación Provincial y Ayuntamiento de Córdoba, para poder comenzar los trabajos a los que se comprometieron ya hace un año, que están dotados económicamente y que permitirán excavar y exhumar todos los cuerpos de las víctimas, para darles digan sepultura y reparar su memoria y el dolor de sus familias.
“El objeto de estas jornadas es, por encima de todo, defender los derechos humanos”, recuerda Deza en conversación con este periódico. Por eso se han organizado en estas fechas, coincidiendo con el 10 de diciembre, Día Internacional de los Derechos Humanos. En un salón de actos lleno en el Aula Magna de la Facultad de Filosofía y Letras, las canas y las arrugas, los años de los presentes, simbolizan la larguísima espera de las familias por recuperar los restos de sus seres queridos de las fosas de los cementerios. “Llevamos años esperando y pedimos que se culmine con la firma del convenio de las cuatro administraciones”, reitera Deza.
“No quiero ser pesimista, pero desde que hace cuatro años y medio solicitamos la exhumación de las fosas, la muerte y la enfermedad llega (...) Y del optimismo inicial, hemos pasado al escepticismo, a que muchos crean que no se van a hacer las exhumaciones”.
“Mueren los familiares, se rompe la vida y la esperanza”
“Es muy triste, cuando mueren personas en esa espera, cuando se ha roto la vida y la esperanza”, dice en recuerdo, especialmente, de María Inés Raya, como símbolo reciente de quienes se han ido ya sin recuperar los restos de sus seres queridos. Y ese grito silencioso, lleno de canas y arrugas, es el que se ha dejado ver entre las butacas abarrotadas de quienes se han dado cita en las jornadas.
Junto a las familias, las jornadas organizadas por la asociación memorialista han contado con el saber académico de quienes desde la Universidad de Córdoba trabajan en la recuperación de la memoria histórica y también con los expertos que, sobre el terreno, han realizado los trabajos de sondeo, localización y de muestra de las fosas de represaliados halladas en La Salud.
Por parte de la Cátedra de Memoria Histórica de la UCO, se han expuesto todas las tareas que se llevan ca bo para recuperar la memoria de la represión, con la recuperación de documentos de la época, de archivos y fondos que reconstruyen la Historia en ese periodo. Por su parte, los técnicos que han llevado a cabo los sondeos en las fosas de La Salud -Carmen Jiménez y Luis Tobar-, han expuesto a las familias todo lo que se ha hecho, cómo se hace, paso a paso, para localizar la fosa, excavarla, exhumar los restos y poder recabar muestras de ADN que lleven en un futuro a la identificación plena de las víctimas y sus familias.
Con ello, las II Jornadas de Memoria 'La causa de los 4.000', han contado con la participación, vía telemática, del presidente de la Fundación Cultura de Paz, Federico Mayor Zaragoza, de técnicos de la empresa Aranzadi que han llevado a cabo los trabajos en las fosas y de los historiadores Francisco Moreno Gómez, Arcángel Bedmar, Antonio Barragán y Francisco Acosta.
Velas en la fosa en memoria de las víctimas
Además, este viernes día 10, se conmemorará el Día internacional de los Derechos Humanos en el Cementerio de la Salud de Córdoba iluminando con centenares de velas la fosa común que alberga a unas 800 personas, víctimas del franquismo, que fueron fusiladas al inicio de la Guerra Civil.
Estas velas servirán de homenaje a las más de 4.000 personas que fueron fusiladas en Córdoba por los franquistas, que están enterradas en fosas comunes en los cementerios de San Rafael y de la Salud, y para recordarlas se iluminará, a partir de las 17:00 horas de este viernes, la superficie de la gran fosa común de 1936 que los técnicos han identificado en el citado Cementerio de la Salud.
Solo esta fosa podría albergar hasta 800 víctimas, según las estimaciones de los expertos y, en este sentido, desde Dejadnos Llorar se ha recordado que, entre agosto de 1936 y enero de 1937 fueron fusiladas por los franquistas más de 2.000 personas en la ciudad de Córdoba, que están identificadas, y a las que hay que sumar otras 2.000, también fusiladas y cuya filiación no se ha precisado.
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