Denuncian el desmonte de 7.000 metros cuadrados de superficie forestal en la Sierra de Córdoba

La asociación ambientalista Ecologistas en Acción ha registrado una denuncia en la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul de la Junta de Andalucía por el desmonte con maquinaria de dos parcelas que sumarían aproximadamente 7.000 metros cuadrados de superficie forestal en una parcelación de la Sierra de Córdoba.

Según ha podido constatar sobre el terreno y consta en los hechos descritos por esta asociación, “se ha reducido notablemente la densidad del estrato arbóreo, con la eliminación de numerosos ejemplares adultos de piño piñonero (Pinus pinea), y se ha desmontado con maquinaria la casi totalidad del estrato arbustivo, compuesto por matorral mediterráneo noble”. Asimismo, señalan que el uso de maquinaria para el desmonte del estrato arbustivo “también ha provocado daños en el primer nivel de suelo, precisamente el más rico en materia orgánica y nutrientes”.

Además, denuncian que estos desmontes generan en mayor o menor medida procesos de erosión hídrica. “La ausencia de cubierta vegetal merma de manera extraordinaria la retención y la infiltración del agua en el suelo reduciéndose la capacidad de recargar de los acuíferos”, apuntan desde Ecologistas. Cabe destacar que los terrenos desmontados están situados en el área de recarga del acuífero que alimenta el ya frágil arroyo Bejarano, declarado Reserva Natural Fluvial (RNF) en 2015.

La asociación ambientalista indica que “está por confirmar, pero todo parece indicar, que los desmontes denunciados por esta asociación ambientalista tendría autorización administrativa de la Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, en el marco del Plan de Autoprotección, que establece la normativa en materia de incendios forestales para núcleos de población, urbanizaciones, instalaciones públicas y privadas convenientemente autorizadas y legales”.

“No entendemos, por tanto, cómo una parcelación irregular levantada sobre suelos rústicos/forestales -que no urbanización legal como nos quieren hacer creer insistentemente los propietarios de las construcciones residenciales dispersas en lo que se conoce como parcelación Las Siete Fincas- disponen, de un Plan de Autoprotección validado, presuntamente, por el Centro Operativo Provincial del INFOCA, donde, entre otras medidas preventivas, se contemplaría la reducción de la vegetación natural que circunda las edificaciones irregulares”, explican.

Ecologistas en Acción recuerda que viene alertando desde hace décadas que “la regulación y consolidación de las cientos de construcciones que se aglutinan en casi una treintena de parcelaciones por la Sierra de Córdoba supondría seguir incidiendo negativamente sobre el paisaje, recursos y valores ambientales que teóricamente se intentan proteger. Los Planes de Autoprotección es una vía más, entre otras, de ir afianzando por hechos consumados la expansión urbanizadora ilegal”, defienden.

A su juicio, para reducir el riesgo de incendios forestales en la Sierra de Córdoba, “lo primero que habría que hacer, pero para ello hacer falta valentía política y algo de vergüenza, es aplicar la disciplina urbanística allí donde los delitos contra la ordenación del territorio no hayan prescrito. Y si la opción para las parcelaciones más consolidadas pasa por su regulación, y eso incluye la dotación de Planes de Autoprotección, éstos se deben de planificar con criterios donde prevalezca el interés general y no el particular”.

Para este colectivo, “es fácil y al mismo tiempo aterrador, imaginar una treintena de planes de autoprotección ejecutados sobre el terreno para otras tantas parcelaciones dispersas por la Sierra: imagínense cada parcelación irregular con su correspondiente línea cortafuegos perimetral de una anchura mínima de 15 metros (establecido por normativa), de una complementaria red de fajas auxiliares apoyadas en la red de caminos y viales existentes, en la apertura de nuevos viales para garantizar una evacuación efectiva de los residentes, y, una reducción o eliminación de la vegetal natural en un radio de 15 metros alrededor de las viviendas, entre otras medidas. Eso supondría la eliminación de cientos de hectáreas de monte y terrenos actualmente forestados de la Sierra de Córdoba”.

Con todo, para Ecologistas en Acción “es absolutamente injusto que 60 años después del inicio de la destrucción progresiva de la Sierra de Córdoba como consecuencia de las intrusiones urbanísticas ilegales, tengamos que observar impotentes cómo perdemos el principal activo ambiental y el mejor seguro de vida del conjunto de vecinos de Córdoba”.