Sandokán: “Somos una familia honrada, trabajadora y sin ánimo de lucro”
“Somos una familia honrada, trabajadora y sin ánimo de lucro”. Esas han sido las últimas palabras del constructor Rafael Gómez, alias Sandokán, al intervenir en su alegato al final del juicio al que tanto él como sus cuatro hijos han sido sometidos por un presunto fraude de 53 millones a la Hacienda Pública y que ha quedado visto ya para sentencia.
Gómez ha relatado su vida profesional ante el tribunal que le juzga, señalando que es “analfabeto” y que por ese motivo contrató en su empresa “a los mejores para hacer lo que yo no sé hacer”, en alusión a los asesores que le llevaban la contabilidad y fiscalidad personal y de sus sociedades. “Profesionales preparados, cualificados”, ha descrito. Además, ha negado que le diera ninguna instrucción en el ámbito tributario a su personal: “La instrucción era cumplir con su deber”, ha dicho. “Hicieron su trabajo y lo hicieron correctamente”.
Esta última jornada del juicio al empresario Rafael Gómez y sus hijos ha estado protagonizada por las conclusiones de la defensa de los vástagos del constructor, para los que ha pedido la libre absolución y ha señalado que la acusación de la Fiscalía sobre ellos “se ha limitado a un criterio populista”. “Se ha acusado mirando al tendido”, han llegado a decir en alusión al símil del toreo.
El abogado de José María y Manuel Gómez Serrano ha negado que este juicio deba servir “para dar ejemplo a la sociedad, a la opinión pública” como defendió en sus conclusiones la Fiscalía al citar la doctrina del Caso Messi que sobre la “ignorancia deliberada” decía que no se debe enviar un mensaje a la ciudadanía de que “es preferible inhibirse que preocuparse” en las cuestiones tributarias.
“A Gómez y su familia se les ha juzgado no por hechos verificables sino por una forma de vida y de llevar sus empresas”, ha indicado el abogado defensor. “Desconocemos de qué conducta se les acusa y cómo actuaron” en el presunto fraude, ha asegurado.
En esa línea de defensa de los hijos, los abogados han negado que existiera una estructura organizada en la que participaran los hijos de Gómez para defraudar a Hacienda: “Ni hay defraudación en todos los ejercicios ni en todas las empresas. De haber esa estructura se haría en todas las empresas y todos los ejercicios”, dijo.
Igualmente han apuntado a la “profesionalidad acreditada” de los asesores fiscales y auditores del empresario y sus sociedades, en quienes confiaban la tributación ante la falta de formación de los acusados.
Asimismo, la defensa de los hijos ha negado que hubiera ocultación de datos en la contabilidad y fiscalidad de las empresas, además de intentar desacreditar a los peritos e informes de la Agencia Tributaria que realizaron la inspección y han declarado en el juicio.
Cabe recordar que al empresario se le piden 40 años de cárcel por diez delitos contra la Hacienda Pública y para cada uno de sus cuatro hijos otros 19 años y tres meses de prisión por siete delitos cada cual.
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