Un policía reconoce en un juicio que tienen información de manifestantes
El agente admite que se identificó a una persona que acudió a una protesta en la Velá de la Fuensanta comparando una foto del periódico con los datos de la Brigada de Información
“La Brigada tiene información de gente de este tipo que se mueve por aquí y por allí”. La gente “de este tipo” es un manifestante que acudió a una protesta el 7 de septiembre de 2011 contra la organización de la Velá de la Fuensanta, convocada por vecinos del barrio. Las declaraciones son las del jefe del dispositivo de la Policía Nacional aquel 7 de septiembre de 2011 ante el tribunal que juzgaba a este manifestante por un supuesto delito de resistencia a la autoridad y otro de lesiones. Este agente respondía a la pregunta del abogado defensor de “¿cómo identificaron a esta persona?”.
Este policía, compañero del agente que denunció al acusado, aseguró en el juicio, celebrado en Penal número 2, que se identificó al supuesto agresor por una fotografía publicada en un periódico local. El supuesto agresor, que se ha sentado en el banquillo y al que la Fiscalía solicitaba una pena de ocho meses de prisión, no fue identificado ni detenido en el momento en el que se produjo la supuesta agresión, por la que el policía sufrió lesiones en su dedo pulgar. ¿Cómo se le identifica, entonces? “La Brigada de Información [de la Policía Nacional en Córdoba] tiene una serie de datos y por ahí se le conoce”, insistió este agente a preguntas del abogado. “La Brigada tiene varias fotos... Hay una unidad que se dedica a conocer... a personas que se mueven en estos movimientos”.
El acusado dijo ante el tribunal que nadie le identificó durante la protesta y que, mucho menos, le solicitaron su DNI. De hecho, insistió en que en la fotografía publicada por la prensa local lo que estaba haciendo era mediar entre la Policía y los manifestantes en un momento de tensión. Ese momento de tensión existió. Alguien lanzó una botella de plástico al cordón policial y el grupo, compuesto por unas 200 personas, según los policías, y 150, según los manifestantes, empujó las vallas que impedían el acceso al Pocito. En ese forcejeo, un agente sufrió heridas en el dedo pulgar. Ese agente llamó a ese incidente “embestida” y admitió que fue “imposible identificar” a los autores de ese “acometimiento” contra el cordón policial. Sin embargo, al día siguiente vio las fotos en el periódico e identificó al joven acusado, “y lo pongo en conocimiento de mis superiores”. El joven y dos testigos solicitados por la defensa aseguran que el acusado estuvo en la parte trasera de la manifestación, formando parte de una batucada que había acudido para animar la protesta.
En la puerta de la Audiencia Provincial, y poco antes de que comenzara el juicio, se había concentrado un grupo muy numeroso en apoyo del joven acusado. Este colectivo se autodenomina Grupo de Apoyo a las Personas Represaliadas de la Velá de la Fuensanta. Protestaban, precisamente, porque consideran que la Policía trabaja con listas negras de activistas pacíficos que acuden a manifestaciones y “por esta práctica represiva” que consiste en imputar delitos a personas que previamente no han sido identificadas, según denunció uno de sus portavoces, Yago Mellado.
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