Pastas Gallo traslada su sede de Cataluña a Córdoba
Pastas Gallo ha decidido trasladar su sede social de Cataluña a Córdoba. En concreto, y según avanza el periódico Expansión, Pastas Gallo ha decidido ubicar la sede social de la compañía en El Carpio, donde posee una gran fábrica productiva.
Según informan fuentes de la empresa, consultadas también por TV3, necesitan “operar en un ambiente de estabilidad”. La compañía, que emplea a más de 400 personas, persigue “garantizar la seguridad jurídica y los intereses de los consumidores, clientes, empleados y accionistas”, después del proceso soberanista de Cataluña y ante la amenaza de una declaración unilateral de independencia.
Pastas Gallo fue fundada por José Espona en 1946, mediante la adquisición de una fábrica de harinas en Rubí (Barcelona). Por aquel entonces, los fabricantes de pastas sólo trabajaban con trigo blando y José Espona abrió el camino del trigo duro en España, convenciendo a un gran número de agricultores para que iniciaran su plantación y cultivo.
En 1958, Espona compró la fábrica de El Carpio, que inicialmente era un molino, y que transformó, además, en fábrica de pastas. La venta de pastas de sémola de trigo duro fue difícil en sus inicios, al no existir mercado, pero en poco más de una década ya era posible encontrar pastas Gallo en más de 100.000 puntos de venta de toda España.
En los años setenta, Gallo introdujo las variedades de pasta compuesta y se consolida como marca líder. Ocho años después se constituye Comercial Gallo.
En el siglo XXI Gallo apuesta por nuevos retos, lanzando al mercado nuevas pastas y salsas frescas, así como la gama de platos refrigerados. En 2004 inauguró la planta de productos frescos en Granollers (Barcelona), una de las más modernas de Europa. Con una inversión de 24,35 millones de euros y una superficie de 10.324 metros cuadrados, ofrece una capacidad de producción de 5.250 kilos por hora, lo que supone 18 millones de kilos al año.
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