Luchando contra la enfermedad del olmo
La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, ha iniciado los trabajos de recuperación del arroyo Bejarano, localizado en la sierra de Córdoba y declarado Reserva Natural Fluvial por su valor medioambiental.
Con una longitud de 10,22 km, el arroyo Bejarano es un afluente del río Guadiato que destaca por la gran diversidad de flora y fauna que presenta y donde conviven en diferentes ecosistemas. La principal seña de identidad de este emblemático lugar es el bosque en galería de sus riberas y el de quercíneas en las zonas
adyacentes. Precisamente, las formaciones de olmo europeo (ulmus minor) se han visto gravemente afectadas por la grafiosis, enfermedad letal para estos ejemplares y que está presente en la mayoría de las poblaciones europeas, como consecuencia de la pandemia que afecta a esta especie.
Actualmente, la mayoría de los ejemplares de olmo que hay en este espacio se encuentra en estado decrépito y ha muerto, encontrándose secos en pie y algunos de ellos han sido derribados por el viento. Como consecuencia de ello, la vegetación arbórea de ribera se ha visto muy mermada dando lugar al avance de otras especies no autóctonas.
Para esta actuación, que se enmarca dentro de los trabajos que el Organismo de cuenca está llevando a cabo para el mantenimiento y conservación de los cauces en la zona de Córdoba y que cuenta con un presupuesto total de 523.700 euros,
la CHG ha conseguido una estrecha colaboración con la Delegación Provincial de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, con los propietarios de las fincas colindantes y también de diferentes asociaciones ecologistas como Semillas Cantueso, Salvemos el Bejarano, Acción Ecologista Guadalquivir, A desalambrar y Club Deportivo Duendes del Bejarano.
Los trabajos programados en esta actuación se centrarán, principalmente, en la tala y retirada de los ejemplares de olmos muertos afectados por grafiosis, en un tramo aproximado de un kilómetro en las zonas cercanas del paraje conocido como Cortijo del Bejarano, y también se prevé desbrozar rodales de zarzas. Para evitar la propagación del agente causante de la enfermedad sólo se procederá a la tala y posterior quema in situ, pero no al arranque de los pies afectados. Por otra parte, se respetará el matorral noble mediterráneo presente en la zona y se procederá a la posterior revegetación con material arbóreo y arbustivo aportado por la Delegación Provincial de Medio Ambiente, a la espera de mejorar la composición y estructura de la vegetación de las riberas con la creación de una nueva cubierta vegetal, eliminando así especies invasoras como es el caso de los rodales de zarzas.
El arroyo Bejarano fue declarado como Reserva Natural Fluvial (RNF), por acuerdo del Consejo de Ministros de 20 de noviembre de 2015, y catalogado como río de baja montaña mediterránea silícea con estado ecológico muy bueno. Forma parte de las 135 RNF recogidas a nivel nacional, en virtud del artículo 25 de la Ley de Plan Hidrológico Nacional, de las cuales 7 pertenecen a la cuenca hidrográfica del Guadalquivir.
Las zonas declaradas Reserva Natural Fluvial se crean con la finalidad de preservar, sin alteraciones, aquellos tramos de ríos con escasa o nula intervención humana.
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