'Nautilus' vuelve al Parque Cruz Conde
El Parque Cruz Conde vuelve a mostrar a vecinos y paseantes la escultura Nautilus en el pentágono del río, una obra que realizó el creador madrileño Enrique Salamanca para la ciudad en 2006, y que ha sido sometida a un proceso de restauración.
Se trata de una escultura que le costó al Ayuntamiento de Córdoba 52.200 euros, y que se instaló para formar parte del mobiliario urbano artístico que se iba a colocar en torno al Teatro de la Axerquía, en el paseo principal del Parque Cruz Conde. Sin embargo, según detalló la Delegación de Infraestructuras en su día, la obra estaba “muy deteriorada debido a diversos actos vandálicos”.
Por ello, hace un año aproximadamente, se inició el proceso de licitación para la reparación de la escultura, que establecía la necesidad de eliminar pinturas, arañazos, oxidaciones y limpieza en general, además de actuar sobre piezas de acero inoxidable repasando todas las superficies pulidas y actuar sobre piezas de acero corten. El valor del contrato ascendía a un total de 29.810,33 euros.
Tras el proceso de restauración, la obra ha sido devuelta al Parque Cruz Conde, donde ya está a la vista de los vecinos y usuarios de este parque, una de las zonas verdes más importantes de la ciudad. Y, como ocurrió en 2006, ha despertado la curiosidad (y también la incomprensión) de los que se han detenido a contemplarla.
Nautilus en el pentágono con río es, según explicó su autor (que tiene unas cuarenta esculturas distribuidas por toda la geografía española), una obra que pretende crear “armonía de la naturaleza con la escultura arquitectura y el trasfondo de lo orgánico con el agua y con sus recorridos incorporándose como nuevas formas”.
La prensa cordobesa la describió en 2006 de la siguiente manera: “El río corta el pentágono en dos mitades, donde la primera queda como si fuese una concha que es perforada por la primera parte del río y forma espirales a modo de canal. La segunda es más ancha y su simbología establece la relación entre lo ilusorio y lo real, entre lo exterior y lo interior. Se trata de una alegoría de la eternidad, el principio sin fin”.
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