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La irrupción de Errejón da fuerza a los 'anticapis' de Córdoba y vuelve a agitar a la izquierda

Errejón y Sergi Pascual en la Facultad de Filosofía y Letras de Córdoba en 2015 | MADERO CUBERO

Alfonso Alba

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Las luchas cainitas de la izquierda española siempre tuvieron en Córdoba un reflejo, solo que elevado a la máxima potencia. La tan cacareada unidad popular no fue posible en una provincia como la de Córdoba ni en los mejores momentos. Cuando surgió Podemos, la respuesta de IU Córdoba fue de las más virulentas de España. Los primeros roces en Podemos tuvieron efecto inmediato en Córdoba con una cascada de dimisiones. Hasta la confluencia de Podemos e IU y el nacimiento de Adelante Andalucía se presentó antes que en ningún sitio en Córdoba. Córdoba, a estas alturas, sigue siendo un símbolo para la izquierda en España, por haber sido la primera capital de provincia gobernada por el PCE y también por ser la ciudad en la que vive, escribe y sigue pensando un referente como Julio Anguita.

Con todo ese histórico, la provincia no iba a ser menos en el enorme cambio que ha sufrido el tablero político de la izquierda de cara a las elecciones generales del próximo 10 de noviembre. El partido del exnúmero dos de Podemos Íñigo Errejón ha anunciado que se presenta a los comicios. Aunque todavía no ha precisado cómo, su irrupción ha generado un tsunami que se siente en Córdoba y en Andalucía.

En principio, Más Madrid (aún no se ha decidido el nuevo nombre) baraja presentarse solo en grandes circunscripciones donde se eligen más de siete diputados para intentar no fragmentar aún más el voto de izquierdas. Eso dejaría fuera de juego a la provincia de Córdoba, donde se eligen seis. En abril, cinco partidos se repartieron esos seis diputados: dos para el PSOE, uno para el PP, otro para Ciudadanos, otro para Unidas Podemos y otro para Vox. Probablemente, la entrada del partido de Errejón provocaría que ni su formación ni Unidas Podemos obtuviera representante.

Sin embargo, el pacto en Andalucía puede ir por otro lado. La ruptura entre los errejonistas y los pablistas (los afines a Pablo Iglesias) fraguó un pacto contra natura hace unos tres años. Los errejonistas y los anticapis, la corriente a la que se adscriben Teresa Rodríguez, secretaria general de Podemos Andalucía, y José María González Kichi, el alcalde de Cádiz, se entienden en Andalucía a las mil maravillas al compartir un enemigo interno común: el pablismo. Por eso, las fuentes consultadas por este partido señalan que en provincias como las de Córdoba podría surgir una alternativa que apartaría a la actual diputada electa por Unidas Podemos (donde se integra IU): Martina Velarde.

El duelo entre errejonistas y pablistas (aunque en Córdoba siempre hubo más anticapis) se fraguó en la provincia de Córdoba entre las elecciones generales de diciembre de 2015 y las de junio de 2016. De hecho, la ruptura entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón se produjo entonces. Poco después de diciembre de 2016, Iglesias fulminó y cesó al secretario de Organización de Podemos, el sevillano Sergio Pascual. Con él cayeron sus afines (todos errejonistas) en Andalucía.

En Córdoba, hubo batalla. En 2016 (las primeras elecciones generales a las que se presentó Podemos), la parlamentaria elegida por la provincia fue la sevillana Marta Domínguez, muy próxima a Sergio Pascual y a Íñigo Errejón. Cuando se repitieron las elecciones, Podemos cambió a Domínguez por Manuel Monereo. Monereo tampoco ha repetido en 2019 y Unidas Podemos optó por Martina Velarde.

Ahora, el pacto de los errejonistas y los anticapis pasa por lograr que la nueva fórmula que se presente a las elecciones sea Adelante Andalucía. IU ya ha dicho que no, mientras el Podemos de Teresa Rodríguez insiste en que es la única manera de “tener voz propia” en el Congreso de los Diputados. El propio Sergio Pascual, el tótem de Errejón en Andalucía, ya ha dicho que esa es la fórmula por la que él apuesta.

Este pacto es visto con mucho recelo desde IU. En Córdoba, la formación no confluyó con nadie, ni con Ganemos, que no se pudo presentar, ni con Podemos, que hoy tiene dos concejales en el Ayuntamiento. En la provincia, IU también fue por libre en todos los pueblos, donde llegó a cosechar resultados mucho mejores que en la capital. Está por ver qué ocurrirá si finalmente se impone la tesis de Teresa Rodríguez y se vuelve a usar la fórmula de Adelante Andalucía, de la que IU forma parte en el Parlamento, gracias sobre todo a la insistencia de Antonio Maíllo, el excoordinador regional de Izquierda Unida que dimitió hace unos meses.

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