El INE sigue usando el apellido “del Caudillo” para Bembézar

Pese a que el Ayuntamiento de Hornachuelos acordó en 2016 eliminar la referencia franquista del nombre de la pedanía de Bembézar, el Instituto Nacional de Estadística (INE) continúa utilizando en su nomenclátor oficial la denominación “Bembézar del Caudillo”, un vestigio del franquismo que ha vuelto al foco público tras una pregunta parlamentaria registrada por el diputado de Sumar por Córdoba, Enrique Santiago.

La cuestión fue planteada en el Congreso para conocer los motivos por los que el INE sigue empleando una denominación suprimida hace casi una década, y para exigir el cumplimiento efectivo de la Ley de Memoria Democrática en este caso. La respuesta oficial del Gobierno a través de una respuesta parlamentaria en el Congreso de los Diputados aclara que el INE no tiene competencia para cambiar unilateralmente el nombre de ningún núcleo de población, y que su labor se limita a recoger las denominaciones comunicadas formalmente por los ayuntamientos.

Según detalla la Secretaría de Estado de Relaciones con las Cortes y Asuntos Constitucionales, el INE elabora su nomenclátor basándose en las actualizaciones remitidas por los consistorios municipales. Este procedimiento está regulado por el artículo 761 del Reglamento de Población y Demarcación Territorial, y por las instrucciones técnicas del padrón municipal, que indican que cualquier modificación de nombre debe ser notificada por el ayuntamiento correspondiente a través del canal oficial IDA-Padrón.

“El INE solo puede reflejar los nombres oficiales recibidos antes del 1 de enero del año correspondiente”, señala la respuesta parlamentaria, subrayando que no hay otro cauce para modificar una toponimia que no sea a instancias del propio municipio.

El cambio se aprobó en 2016

En julio de 2016, el Pleno del Ayuntamiento de Hornachuelos aprobó por unanimidad el cambio de nombre de la pedanía, eliminando el término “del Caudillo” para adecuarse a la Ley de Memoria Histórica entonces vigente. El acuerdo se publicó en el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) y fue remitido a la Junta de Andalucía, lo que permitió su inscripción en el Registro Andaluz de Entidades Locales.

Sin embargo, y según reconoce el propio Ejecutivo, Bembézar no figura como entidad local autónoma con personalidad jurídica propia, sino como un núcleo de población dependiente del municipio de Hornachuelos. Esta categoría jurídica conlleva que cualquier cambio de denominación deba ser aprobado por el Pleno municipal y, lo más importante, comunicado expresamente al INE para que sea incorporado en el nomenclátor estatal.

El Gobierno también ha señalado que ni “Bembézar” ni “Bembézar del Caudillo” constan en el Registro estatal de Entidades Locales como entidades autónomas, lo que indica que el cambio de denominación de 2016 no ha sido tramitado formalmente hasta el final. Al no tratarse de una entidad con personalidad jurídica propia, su nombre no se modifica automáticamente en el INE, salvo comunicación directa y específica del Ayuntamiento.

Así, aunque a nivel práctico y simbólico Bembézar dejó de usar oficialmente el apellido “del Caudillo” en su señalización y documentación local, el nombre sigue vivo en las bases de datos estatales por una carencia de gestión administrativa completa.

Memoria democrática y tecnicismos burocráticos

El caso de Bembézar pone de manifiesto cómo los procedimientos burocráticos pueden entorpecer la aplicación efectiva de la Ley de Memoria Democrática, que persigue eliminar toda exaltación del franquismo en los espacios públicos. La permanencia del topónimo “del Caudillo” en registros oficiales como los del INE no es solo una cuestión técnica, sino también simbólica y política.

Desde el grupo parlamentario de Sumar han exigido que el Gobierno establezca mecanismos proactivos para supervisar y corregir este tipo de situaciones, especialmente cuando existen acuerdos plenarios y evidencias de voluntad política por parte de los municipios afectados.

Por ahora, la pelota vuelve a estar en el tejado del Ayuntamiento de Hornachuelos, que deberá completar formalmente el proceso administrativo iniciado hace casi una década para que Bembézar quede definitivamente liberado de su pasado franquista también en los registros oficiales del Estado.