Una hospitalización más dulce: voluntarios reparten helados a los niños del Reina Sofía
Los niños hospitalizados en el Reina Sofía recibieron el pasado martes una visita de lo más especial: Daniel, propietario de la heladería Buonísssimo -en la Ronda de Isasa-, se trasladó con su carrito-bicicleta hasta las distintas dependencias del hospital para ofrecer helados gratuitos a todos los pequeños y jóvenes que se encuentran ingresados. Durante toda la mañana, Daniel repartió estos productos a todos aquellos que, con sorpresa, se acercaron a su carrito.
Daniel cuenta que ésta es la tercera vez que pone en marcha esta iniciativa que, año tras año, levanta la ilusión y la alegría tanto de los más pequeños como de sus padres, que ven cómo durante unas horas, todos olvidan el motivo que les ha llevado hasta el hospital. Ningún paciente se quedó sin probar los dulces artesanales de Daniel, desde niños de dos y tres años hasta los 16. “La reacción de cada uno de ellos era muy distinta y graciosa. Hubo quien se acercaba al carrito y otros, más cortados, se quedaban mirándolo y no sabían si pedir o no. Pero una vez que unos rompieron el hielo, ya todos se acercaron a disfrutar”, explica el regente de Buoníssimo.
Aunque el hospital no le transmitió ninguna indicación alimentaria especial, Daniel señala que todos los helados eran aptos para celíacos y que, incluso, una parte de ellos estaban hechos sin lactosa. Helados que pudieron degustar todos los pacientes ingresados en las Consultas Externas de Pediatría, en Urgencias y en la tercera planta del Reina Sofía, destinada a Oncología Infantil.
Y si ilusionante fue la mirada de los niños, más lo fue la de los padres, “que se notaba que estaban muy contentos al ver la reacción de sus hijos”, asegura Daniel. “Hay familias que llevan mucho tiempo en el hospital y se pueden hacer muchas cosas” porque la estancia allí “es difícil de llevar”, concluye el regente de Buoníssimo.
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