Gálvez reivindica la universidad “como ascensor social del conocimiento” para una ciudadanía crítica

En el marco del Congreso de la Sabiduría y Conocimiento, celebrado por la Cadena Ser en Córdoba los días 21, 22 y 23 de este mes de septiembre, la consejera de Conocimiento, Investigación y Universidad, Lina Gálvez, ha reivindicado este domingo “el papel de la universidad como ascensor social del conocimiento” para formar a una ciudadanía crítica.

Así se ha pronunciado junto a la socióloga Marina Subirats en el debate Cómo pensar críticamente. La enseñanza pública en el siglo XXI, en el que Gálvez también ha destacado que la universidad deben seguir siendo “una palanca de oportunidades para la ciudadanía” y “referentes de esa democratización del conocimiento”, según ha reseñado su Consejería en una nota.

Desde su trayectoria profesional, la catedrática en excedencia de Historia e Instituciones Económicas del Departamento de Economía, Métodos Cuantitativos e Historia Económica de la Universidad Pablo de Olavide (UPO) ha puesto el foco en el debate actual sobre la enseñanza en cuanto a la evolución del homo economicus (el interés individual) que está sustituyendo al homo politicus (la colectividad) y está desplazando al humanismo.

La periodista de la Cadena Ser Lourdes Lancho ha conducido este debate y ha hecho referencia a esos “grandes problemas que se resuelven con soluciones baratas, derivando en el fascismo”. Marina Subirats ha señalado por su parte la deshumanización de la enseñanza, enfocada a los resultados o hacia una ciudadanía más crítica.

En esta charla también se ha puesto sobre la mesa la inversión de España en educación, un 4,1 por ciento de su PIB, por debajo de la media de la Unión Europea, que se encuentra en 5,3 por ciento. Los únicos países del bloque comunitario que destinaron menos parte de su PIB a educación que España fueron Rumanía (3,1%), Irlanda (3,7%), Bulgaria e Italia (ambos un 4%). Levemente por encima de España se situaron Alemania y Eslovaquia (4,2%) y Grecia (4,3%).

Según ha señalado la Consejería, “la educación no es sólo cuestión de números”, y los docentes son conscientes de que, como está ocurriendo a nivel global, “su papel en la enseñanza cambiará sensiblemente”, ya que “serán guías que lleven a los alumnos de la mano a través de los diversos itinerarios de aprendizaje”.