La expareja de un acusado a 21 años por agredirle y perseguirle con un arma niega los hechos
La expareja de un hombre al que la Fiscalía Provincial de Córdoba pide una pena de 21 años de cárcel por agredirle y perseguirle con un arma ha negado los hechos durante la vista oral del juicio, celebrado entre el miércoles y el jueves en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba.
El procesado está acusado de siete delitos: asesinato en grado de tentativa, tenencia ilícita de armas, uno de malos tratos habituales, dos de malos tratos, otro de lesiones y otro leve de daños. Entre todos, la Fiscalía suma una petición de pena de 21 años de cárcel. En cambio, la defensa, representada por la letrada María del Mar Jiménez Sánchez, solicita la libre absolución del acusado y tan solo admite un pequeño encontronazo con “una guantada” que han reconocido tanto la mujer como el procesado durante la vista oral.
Los hechos ocurrieron el 15 de abril del año pasado en Las Palmeras. La denunciante presentó una denuncia en el Juzgado de Violencia contra la Mujer al considerar que su marido, con el que vivía pero del que se había separado, le había perseguido por la barriada de Las Palmeras disparándole con una escopeta. Ahora, ha renunciado a ser acusación particular (que también pedía penas de prisión) y ha asegurado que nada de lo que declaró ocurrió realmente como lo contó. El hombre está en prisión provisional desde abril y en la cárcel esperará el fallo judicial.
El juicio, que ha quedado visto para sentencia, ha contado con las testificales del padre y la madre de la mujer, que también han negado los hechos. La mujer declara y mantiene que era pareja del acusado en el momento de los hechos, que en ningún momento se dio la vuelta para ver si le perseguía alguien o no, que no le dio un portazo, que las heridas que tiene son porque se cayó y que no le amenazó con cuchillo alguno tres semanas antes de los hechos. Sobre los disparos, ha insistido en que en el momento de los hechos en la barriada se estaba produciendo una reyerta y de ahí las detonaciones.
El padre ha asegurado que escuchó detonaciones el día de los hechos pero no ha podido reconocer al acusado como el autor de los mismos al encontrarse a unos 200 metros de distancia y agazapado. La madre, por su parte, ha asegurado que no recuerda nada de lo sucedido en el día de autos. Los policías nacionales y los forenses, que también han acudido al juicio, se han mantenido en sus informes.
En su alegato final, la Fiscalía ha mantenido su petición de pena, aunque ha rebajado la de asesinato en grado de tentativa a homicidio. La defensa del procesado ha admitido malos tratos leves y puntuales, pero ha pedido su absolución, al considerar materialmente imposible que en cinco minutos la pareja hubiese discutido, la mujer hubiese sido amenazada, hubiese recorrido los 500 metros que separan el domicilio de sus padres del de su expareja, y posteriormente de nuevo, en ese tiempo, regresar desde su domicilio al de sus padres, y se hubiese refugiado allí, donde el acusado le habría disparado. El procesado se entregó, cuando conoció la denuncia, de manera voluntaria en la Comisaría.
Ahora, los jueces de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Córdoba tendrán la última palabra.
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