“Europa pagará su actitud egoísta y simplona con los refugiados”

La tercera marcha 24 horas por Bangassou ha comenzado esta mañana en el Parque Cruz Conde para concienciar por la tragedia de la República Centroafricana y todos los países en conflicto

Miguel Aguirre es hermano de Juan José, el obispo de Bangassou, en la República Centroafricana. Los dos comparten, además de apellido, la vocación de divulgar y concienciar sobre todos los problemas que viven las poblaciones de países con guerras y conflictos. Como los que ocurren en África. O los que ahora asuelan Oriente Próximo. De países asentados en el extremo oriental del Mediterráneo es de donde parten cientos de miles de refugiados huyendo de Siria, Irak o Afganistán, más al este. Y todos ellos se topan con el muro del mar y la política europea. “Europa pagará con creces la actitud egoísta y simplona con los refugiados”, zanja Miguel Aguirre. Este sábado calza deportivas y viste una camiseta roja. Porque no es un día cualquiera. Es la camiseta acreditativa de la tercera marcha 24 horas por Bangassou. Una cita en la que decenas de personas se relevarán para pasar un día entero andando en el Parque Cruz Conde.

“Esto no lo hacemos para recabar fondos, es una actividad totalmente reivindicativa”, aclara Miguel Aguirre. “Es la tercera marcha que hacemos y lo que tratamos es de hacer visibles a todas las personas de la República Centroafricana, Bangassou y de todos de todos los países que están en zonas de conflicto”, continúa. Las 24 horas de camino las tienen repartidas los organizadores en 24 etapas de una hora en la que se han ido apuntando cofradías, hermandades, los boy scouts, cursillos de cristiandad “y un montón de gente que quiere colaborar”.

Aguirre insiste en que “hay mucha gente que nos necesita pero nos ponemos una venda en los ojos”. Por eso, la caminata es para él y para el resto de la organización “una manera de que la gente se conciencie y reivindique un cambio”. En ese sentido, la Fundación Bangassou critica “absolutamente” cómo se está gestionando el tema de los refugiados en Europa por parte de las autoridades de la UE y los países miembros. “Mi hermano me cuenta que en la República Centroafricana, que hace frontera con el Congo, no existen ni concertinas ni vallas ni alambradas. La gente cuando va huyendo de la guerra de Congo se instala allí y mi hermano, incluso, ha destinado un sacerdote para dedicarse solo a ellos en el campo de refugiados. Y es que allí la gente se ayuda sin más”.

En cambio, insiste Miguel Aguirre, “la actitud de Europa es absolutamente contraria a la más mínima decencia. Como decía el papa Franciso, Europa nos tiene que dar vergüenza. ¿De quién nos estamos protegiendo? Aquí tiramos comida a montones en las puertas de cualquier supermercado, imaginen lo que piensan las familias de las zonas de conflicto cuando ven eso. No se lo piensan dos veces y se vienen”, termina.