Una empresa cordobesa dona a la Policía Local una máquina de ozono para desinfectar sus instalaciones

Una empresa cordobesa ha donado a la Policía Local una máquina de ozono para limpiar y desinfectar todas sus instalaciones y vehículos después del positivo en coronavirus registrado en uno de sus agentes. Este sistema, de la marca Ecofrog, convierte directamente el agua en ozono sin necesidad de utilizar ningún tipo de producto químico para la limpieza, ahorrando costes y ofreciendo una alternativa sostenible con el medio ambiente.

Según explica la gerente de la compañía en Córdoba, Adela Posadillo, el dispositivo tiene un tamaño de una maleta de viaje y el agua pasa por un dispositivo que cambia su estructura molecular, “consiguiendo así el ozono, un biocida natural con un poder de oxidación 3.000 veces más potente que la lejía”, explica.

Aunque es conocido por todos el poder desinfectante del ozono, “nunca antes se había utilizado esta opción de desinfección dado que no se podía generar ozono in situ, algo que ya sí permite la tecnología” desarrollada por esta compañía. Pero, ¿cómo se crea este gas? Según explica Posadillo, el ozono puede generarse mediante luz ultravioleta o con descargas eléctricas. El sistema Ecofrog utiliza este último método, transformando el oxígeno en ozono.

La crisis del coronavirus ha llevado a que las empresas municipales Sadeco y Aucorsa hayan requerido los servicios de este sistema de limpieza y desinfección para garantizar la seguridad de los trabajadores y usuarios. Además, restaurantes como Tellus o Recomiendo y bares como Rafalete o Bocadi son algunas de las empresas cordobesas que ya han adoptado esta forma ecológica de limpieza, lo que les permite ahorrar en la compra de productos químicos. “Hay establecimientos que invierten desde 100 a 5.000 euros en estos productos”, asegura Posadillo, que adelanta que este sistema también será usado en el Gran Teatro.

En el caso de la Policía Local, la cesión de esta “maleta de limpieza” continuará hasta que finalice la crisis y también estudia dar un pequeño curso a quienes trabajen con este sistema “ya que hay que cambiar el chip”. “Tenemos la concepción de que si un producto huele fuerte es porque está desinfectando más y no es así. El ozono no huele nada y es una forma muy sencilla y segura de desinfectar”, concluye el empresario.