El Cordobés le hace el salto de la rana a El Cordobés
Manuel Díaz lleva a las redes sociales el conflicto con Manuel Benítez mientras espera que éste se haga la prueba de ADN antes del juicio por la demanda de paternidad que le ha presentado
Una de las características del toreo de Manuel Benítez El Cordobés fue su espectacular salto de la rana; una suerte de brinco con la muleta por el que el que diestro saltaba delante del animal como para provocarlo. Algo parecido le ha hecho su propio hijo no reconocido, Manuel Díaz, también apodado en el mundo del toro, como El Cordobés. Y el respingo lo ha dado esta semana en Instagram, justo cuando se va a saber la fecha del juicio por la demanda de paternidad que ha presentado en un juzgado de Córdoba.
Hace seis días, el diestro cordobés colgó una imagen doble en su perfil de Instagram. A la izquierda, El Cordobés original, de joven, allá por los años sesenta o setenta. A la derecha, El Cordobés ilegítimo. Parecidos más que razonables y una leyenda a modo de recado o pie de foto. “A veces los genes te juegan una mala pasada y quien no quieres que se parezca a ti, se parece más que los que quieren parecerse. Cosas de la vida. El tiempo pone a cada uno en su sitio. Yo estoy en el mío. ¿Y tú?”.
La estocada, directa y hasta la empuñadura, la ejecuta mientras el reloj corre para Manuel Benítez. Todavía no hay día fijado para la vista, pero si no se presenta con un análisis genético de paternidad, el juez puede tenerlo muy en cuenta. Al menos eso es lo que considera el abogado de Díaz, Fernando Osuna, cuyo bufete sevillano está especializado en litigios de hijos ilegítimos. “Si se niega, el magistrado puede entender que oculta algo y eso siempre es importante”, señala el letrado.
Osuna considera que en estos casos, los jueces suelen ser taxativos y se rigen por las sentencias del Supremo en casos parecidos de hijos no reconocidos como en los casos de Jaime Ostos o Joaquín Cortés. “El juez siempre valora las pruebas y entre estas puede encontrarse la negativa del demandado a hacerse la prueba de paternidad”, indica el abogado. “A ello, en nuestro caso podemos añadir el lógico parecido físico y otras pruebas documentales que hemos añadido en nuestra demanda”, añade Osuna.
Como en todos los litigios de este tipo, más allá del componente emocional propio, hay un aspecto patrimonial muy importante que gira en torno a la herencia del diestro. Manuel Benítez amasó una ingente fortuna en sus tiempos gloriosos. Y aunque haya menguado algo por el paso del tiempo y las crisis diversas, todavía existe en forma de fincas y otras propiedades. Por tanto, si un juez dictamina que Díaz es hijo a todos los efectos de Benítez, podría corresponderle su legítima parte de la herencia, es decir, de un tercio en unión con el resto de sus hermanos.
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