Las comidas de empresas descienden un 80% y se convierten en tarjetas regalo para consumir en hostelería
A menos de una semana para Nochebuena, la primera cita de Navidad, los bares y restaurantes de Córdoba afrontan este fin de semana con unos números muy lejos de los del año pasado. Como lleva ocurriendo desde el pasado mes de marzo, la pandemia también ha echado por tierra las previsiones de la hostelería para las fiestas navideñas. Hasta hace un año, este finde era el más recurrido por las empresas para sus tradicionales comidas de Navidad. Sin embargo, aquellos brindis y comilonas no se repetirán este año debido al descenso del 80% de las reservas para estos momentos de celebración.
Esta es la estimación realizada por el presidente de la Asociación de Hosteleros de Córdoba (Hostecor), Francisco de la Torre. Recuerda que, hasta el año pasado, las comidas y cenas de empresas comenzaban a partir del puente de diciembre debido a los numerosos encuentros que se organizaban en un breve espacio de tiempo. Pero las medidas sanitarias debido al coronavirus han llevado a muchas compañías a suprimir estos momentos “que eran de convivencia”. El horario partido que tendrá la hostelería a partir de este viernes tampoco ha solucionado nada. Es más, De la Torre afirma que muchos son los negocios que no volverán a abrir a las 20:00 -hasta las 22:30- dada la complejidad que supone cerrar a las 18:00 para levantar la persiana dos horas más tarde.
Sobre las imágenes del pasado sábado, el empresario augura que pudo deberse “a la acción, reacción” fruto del cierre de la hostelería a las 18:00. “Los clientes estaban sentados en las terrazas y acabaron dando un paseo por la calle. Más que ser parte de la culpa, podemos ser un solución”, asegura. No obstante, las imágenes de clientes en las terrazas sin hacer uso de la mascarilla -cuando no están bebiendo ni comiendo- se siguen produciendo a pesar de ser obligatorio. De la Torre reconoce que es “complicado” hacer cumplir esta medida, aunque no el resto. “Nosotros intentamos hacer cumplir las normas en la medida de posible porque ya no es sólo por cuestión sanitaria, sino también económica, ya que sería muy grave que se produjera un brote de coronavirus en nuestro establecimiento”.
Esta reducción de las comidas de empresa ha sido generalizada en toda la hostelería cordobesa. En el caso del grupo Moriles, sus gerentes están trabajando con tan sólo un 20% o 25% de las reservas comparadas a las del año pasado. “Muchas comidas eran multitudinarias ya que llegamos hasta un público joven. Se llegaban a citar clases o grupos deportivos enteros”, explica José Cordón, cuyos bares han llegado a dar servicio a encuentros de hasta 80 y 100 personas.
A este reto de sobrevivir en pandemia se une que el grupo Moriles ha abierto un nuevo restaurante en el Paseo de la Ribera que, por el momento, está encontrando la respuesta de la ciudadanía. “Los fines de semana siempre está lleno pero entre semana está más tranquilo. Con este restaurante hemos conseguido conectar también con el público joven”. Para el empresario, el horario partido es un “despropósito” y hubiera preferido continuar desde la apertura por la mañana hasta las 20:30. “Creo que nadie nos hubiera reprochado no dar cenas. A las 22:30 tiene que estar el local desalojado y las cenas tiene que consumirse muy rápido”.
A pesar de la reducción de las comidas de empresas, muchas están siendo las compañías que están sustituyendo estos eventos por bonos regalo para sus trabajadores. Algunos ejemplos son los de la empresa lucentina Bronpi Calefacción -que ha entregado a cada trabajador un cupón de 40 euros para consumir en restaurantes- o la prieguense Mueloliva -que ha dado a sus empleados bonos canjeables en cualquier comercio o empresa de hostelería del centro comercial abierto de la localidad-. Uno de los restaurantes que se está viendo beneficiado de este cambio de concepto está siendo Recomiendo, de Periko Ortega. “Hay empresas que han comprado bonos para sus trabajadores con los que dos personas pueden venir a comer. Tienen todo un año para disfrutarlo y a nosotros nos viene muy bien porque hacemos una venta”, explica el cordobés a CORDÓPOLIS.
Estas tarjetas regalo llevan funcionando en Recomiendo desde hace cuatro años pero este ha sido cuando más se ha intensificado su compra. Este restaurante ha colgado el cartel de completo hasta final de año y no celebrará ninguna comida de empresa, que quedará reducida a quedadas de compañeros. Al igual que el grupo Moriles, Ortega dio a luz durante la pandemia a Matraca Bistró, “otro modo de democratizar la alta cocina. Raro es el día que tiene reservas libres y el take away está permitiendo que Matraca llegue a las casas de los cordobeses. ”Gracias a esto hemos podido aguantar el último periodo de restricciones y mantener todos los sueldos“.
Pero la imaginación de este cordobés ha dado un vuelto de tuerca más y durante este viernes dará a conocer un nuevo proyecto de cajas de experiencia que permitirán disfrutar en casa de la alta gastronomía. Por el momento, Recomiendo permanecerá cerrado por la noche dado que el tiempo necesario para degustar el menú hace imposible respetar el toque de queda establecido a las 23:00.
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