La celosía se derrumba sobre el cogobierno
No ha sido una semana fácil en Capitulares. Pero no por la tensión con la oposición, los parcelistas, los trabajadores de Cosmos o la plataforma del Metrotrén. Tampoco ha habido problemas con la Iglesia o el Cabildo. O con los laicistas. No. El cogobierno se ha tensionado de manera grave por culpa de una celosía que desde principios de los años setenta tamiza la luz que entra por el Norte de la Mezquita Catedral.
Esta semana, la Comisión de Licencias de la Gerencia, controlada por IU, le ha dado el visto bueno al proyecto del Cabildo de retirar una de estas celosías para facilitar así que entren y salgan con más facilidad los pasos de Semana Santa. Urbanismo le ha dado el visto bueno tras obtener, también, la aprobación de la Comisión Provincial de Patrimonio de la Junta. Pero el voto en contra de Ganemos en la Comisión ha hecho provocado unos efectos colaterales incalculables.
Al día siguiente de aprobar la concesión de la licencia (que todavía no ha llegado al Cabildo, por cierto) el presidente de la Gerencia Pedro García (IU) mostró sus dudas sobre la seguridad del traslado de la carrera oficial al entorno de la Mezquita. A menos de dos meses del Domingo de Ramos y, sobre todo, tras una intensa negociación entre el teniente de alcalde de Presidencia, Emilio Aumente, y la agrupación de cofradías, las declaraciones cayeron peor que mal en el PSOE.
La alcaldesa, Isabel Ambrosio, puntualizó esa misma mañana a su primer teniente de alcalde. La Subdelegación del Gobierno se apresuró a decir que ya tenía preparada una reunión con las cofradías para la próxima semana. Y Podemos entró en la polémica por dónde no se le esperaba: atacando al PSOE. Sin entrar en que es precisamente IU quien controla las licencias en Córdoba.
La retirada de la celosía, polémica donde las haya, ha tenido un proceso largo, más técnico que político. Pese a que el proyecto original se presentó en 2011 en la Gerencia, acabó descartándose. Contemplaba retranquear todas las capillas que lindan con el muro Norte de la Mezquita y cubrir más el bosque de columnas del interior. La Junta lo descartó nada más verlo. Bien distinto fue el proyecto de retirar solo la celosía e instalar otra en su lugar. Técnicos de la Junta colaboraron activamente con el Cabildo en el diseño del proyecto que pese a un informe radicalmente en contra de Icomos España recibió el apoyo de Icomos Internacional.
Sin embargo, la polémica se ha convertido en política cuando ha regresado al Ayuntamiento. En la Gerencia sostienen que políticamente no se podía hacer otra cosa. Retardar la concesión de la licencia o rechazarla pese al visto bueno de la Comisión Provincial de Patrimonio habría abierto la puerta a una querella en los tribunales por parte del Cabildo y que la negativa a la firma supusiese incluso la inhabilitación del responsable.
En Ganemos no piensan lo mismo. Sostienen que la retirada de la celosía atenta contra la ley de Patrimonio y que se podían haber pedido más informes a técnicos de la Gerencia sobre la conveniencia o no de hacerlo. Públicamente, ni IU ha criticado la actitud de Ganemos ni Ganemos la de IU. Pero por un lado Podemos y por otro IU sí que han acusado al PSOE. Los primeros por la decisión de la Comisión de Patrimonio (controlada por la Consejería de Cultura, en manos de la cordobesa Rosa Aguilar y su delegado en la provincia, Francisco Alcalde, expresidente de la Agrupación de Cofradías). Y por otro con la seguridad de la carrera oficial, algo que es competencia de un área controlada por el PSOE en el Ayuntamiento.
Cuentan los que saben que algo se ha roto en Capitulares y que es como si la celosía se hubiera derrumbado sobre el cogobierno.
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