Se acorta la espera, el fervor aumenta
La hermandad de Córdoba se encuentra desde ayer en unas de las tierras más rocieras. Tras pasar el Guadalquivir en barcaza para llegar a Coria del Río se adentró en una de las partes de Andalucía donde más pronto creció y se expandió la devoción a la Reina de las Marismas. Allí donde el fervor por la Virgen del Rocío es mayor, donde están algunas de las hermandades más señeras. Ya queda menos para ver a la Blanca Paloma, se acorta la espera y el fervor y las emociones aumentan.
El día comenzó este miércoles pronto en La Corchuela. A las seis de la mañana tocó el tamborilero y a las siete se puso en camino la hermandad. Dos horas más tarde estaba preparada para cruzar el Guadalquivir, lo que hicieron los romeros cantando la salve al Simpecado mientras pasaban las aguas del Río Grande. Al llegar a Coria se formó la comitiva para hacer la presentación por la localidad. Primero paró la hermandad en un colegio de Educación Infantil y se dirigió a continuación a la parroquia de Santa María de la Estrella, donde se venera a la Patrona de los corianos.
A las puertas de la iglesia, declarada Bien de Interés Cultural, se rezó el Ángelus y la hermandad de Córdoba recibió un obsequio. Se trataba de un plato pintado realizado por las personas de la asociación de integración social del municipio. Tras cruzar varias calles del pueblo, que cuenta con una de las hermandades del Rocío más antiguas de las que existen, la octava, los cordobeses se dirigieron a las afueras para hacer una parada.
Desde allí fueron más tarde a La Puebla del Río, otra localidad con amplia tradición rociera, donde la hermandad de Córdoba coincidió con la hermandad de aquel lugar. Se entregaron ramos de flores y se le cantó a los dos Simpecados juntos antes de seguir el camino hasta la parada de por la noche en la Dehesa El Topillo. Allí se celebró la misa y se entregaron los diplomas a los hermanos que llevan 25 años de camino.
En ese paraje del término municipal de Aznalcázar han estado los romeros cordobeses hasta hoy. El paisaje de pinares arropaba a la hermandad de Córdoba en su camino hacia el Vado del Quema, que cruzan este jueves a las seis y media. Es, sin duda, uno de los puntos culmen del camino como la posterior llegada a Villamanrique de la Condesa, donde se presentará ante la parroquia del pueblo como lo han venido haciendo otras muchas hermandades los días pasados en lo que está declarado Fiesta de Interés Turístico Nacional.
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