Abril lluvioso: carrusel de borrascas
El refranero popular tiene una especial predilección por los fenómenos meteorológicos, integración perfecta de la observación de los patrones ambientales en la semántica popular. El de abril resume a la perfección la tendencia estadística de desestabilización del congelador polar y sus efectos sobre nuestras latitudes, reflejo de las lluvias, chubascos y tormentas que acostumbran a salpicar la geografía transitando la primera mitad de la primavera astronómica. Un guión que los modelos meteorológicos llevan ya tiempo insinuando, para dejar al menos durante la primera mitad del mes, el escenario de lluvias que no tuvimos en invierno.
Altas presiones sobre Escandinavia, bajas presiones hacia la Península
Los mapas de evolución atmosférica a corto y medio plazo son insistentes con lo que puede pasar la primera mitad del mes de abril. El ascenso hasta el entorno islandés, entre Escandinavia y Groenlandia, de una 'burbuja' anticiclónica, puede derivar en la apertura del pasillo atlántico para las borrascas de Terranova. Un escenario típico donde las bajas presiones tienden a 'estamparse' contra la fachada atlántica de la península Ibérica.
Este escenario es el que plantean los grandes centros de predicción, con la llegada a partir del próximo viernes de una masa de aire polar hasta el noreste peninsular, que en su deriva oceánica se verá alimentada por la interacción con otra baja atlántica, dejando durante el fin de semana el primero de los previsibles episodios de lluvia que están por llegar.
Pero la del viernes además vendrá acompañada por mucho aire frío en altura, que aunque no llegará a dejar nevadas en cotas medias del sur peninsular, sí que podría llegar a blanquear de nuevo alguno de los sistemas serranos más elevados, y un descenso brusco y generalizado de las temperaturas, especialmente de las máximas.
Fin de semana de frío y lluvia
Si miércoles y jueves quieren sucumbir a la influencia del sol de primavera, con temperaturas que verán recuperarse tras los chubascos de inicios de semana, estas jornadas sólo servirán de transición al auténtico cambio de tiempo, y casi de tendencia, que se espera a partir del viernes. Durante la madrugada la aproximación hasta la península Ibérica del primer frente frío asociado a la borrasca dejaría ya en la provincia las primeras lluvias durante la jornada, que podrían llegar a ser especialmente intensas durante la mañana.
Jornada lluviosa la del viernes que irá acompañada de un descenso brusco de las temperaturas, con máximas que a duras penas superarían los 15 °C en buena parte de la provincia. Un escenario que tendrá continuidad durante el resto del fin de semana, en un ambiente gélido y donde las precipitaciones podrían llegar a alcanzar los 30 litros de acumulado.
Carrusel de borrascas
Tras el paso del primer envite por lluvias asociado a una borrasca, la estabilización de las altas presiones sobre Islandia va a permitir que el pasillo atlántico quede abierto a las bajas presiones. Un escenario aún difuso pero que situaría a los días que preceden a los de Semana Santa en la senda del lluvioso marzo de 2018. Una tendencia observable en el medio plazo, que sólo el trascurrir de los días irá definiendo con mayor precisión. Lo que parece seguro, de momento, es que habrá que tener el paraguas a mano.
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