Cincuenta sombras de Grey
El próximo día 13 de febrero, la víspera de San Valentín -patrón de los buenos amores que desbordan el alma y llenan de mariposas el estómago- se estrena en los cines de todo el mundo Cincuenta sombras de Grey, la película basada en la novela del mismo nombre con la que se ha hecho millonaria la escritora británica E. L. James, tras vender cientos de miles de ejemplares de su trilogía. Todo un récord. La señora James es ya la diosa de los bestsellers gracias a que su porno para mamás -etiqueta del marketing anglosajón que parece aludir a Maripuris, dicho sea cariñosamente- ha arrasado entre los lectores y es un fenómeno global. Después, ha entregado su obra al séptimo arte, con Dakota Johnson (Anastasia Steel) y Jamie Dornan (Christian Grey) como protagonistas del filme. Y por último, ha seducido a la industria de la moda y de la belleza y de la venta on-line de juguetes y complementos sexuales.
En definitiva, con Cincuenta sombras de Grey se pueden hacer muchas cosas. Lo primero que haré será poner en evidencia el error, a mi juicio, que para cualquier persona, sea mujer u hombre, tenga 22 años o 60, supondría entrar en una relación de sumisión, por muy excitante que se nos presente este tórrido y quizás tóxico cuento de hadas que es la novela. Dicho esto, tampoco voy a negar que miles de lectores y lectoras han encontrado en La Habitación Roja de Grey esa inspiración o motivación desvaídas.
¿Pero no íbamos a hablar de moda? ¿Y de sexo? Poco a poco, paciencia.
El vestuario de la película da para bastante. Seguro que cientos de street stylers ya están imitando por ahí la camisa de flores y la chaqueta azul marino de niña buena de la protagonista, su cazadora de cuero marrón, el jersey azul claro, el vestido corto color melón de la escena del baile, los trajes de Grey, la corbata gris de marras, etcétera. Todo esto es negocio, como prueba una página de EE.UU que muestra fotogramas de la película y al lado prendas casi idénticas a las que lleva Anastasia con el enlace a la página web donde se pueden comprar.
En lencería Cincuenta sombras de Grey marca tendencia y tiene sus propias colecciones, que incluyen piezas de lo más sexy y también en la línea de la estética del BDSM (Bondage; Disciplina y Dominación; Sumisión y Sadismo; y Masoquismo).
Una puerta, amable, divulgadora y bella sobre este movimiento es el blog de Venus O´ Hara
y las tiendas on line de Coco de Mer, con su The Red Room Collection, Ann Summers y Madisonplay, donde se puede conseguir la corbata de Grey.
En maquillaje, Make Up Forever y OPI han logrado la exclusiva de Cincuenta Sombras de Grey para conquistar el rostro y las uñas de seguidoras empedernidas de las ediciones limitadas y de la novela erótica más leída de los últimos tiempos.
Pero también se vende la música de la trilogía e incluso se ha embotellado vino con la etiqueta de Cincuenta Sombras, y numerosos hoteles, sobre todo en EE. UU ofrecen paquetes inspirados en la novela.
Sin embargo, hay morbo y lecturas más allá del ordeno y mando de Mr. Grey. Por eso, esta selección de novela erótica puede ser un complemento a la idea de regalar champán y lencería más las entradas de cine para Cincuenta Sombras. San Valentín está al caer. Aviso.
Nota: Las menciones a marcas y productos no llevan aparejada ninguna contraprestación.
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