El Córdoba CF de los segundos años: un proyecto mejorado

Avisaba Antonio Fernández Monterrubio, CEO del club, hace unas semanas del peligro que entrañaba el curso 2025-26 para el Córdoba CF. Y es que las estadísticas hablan de una dificultad añadida para esos equipos que encaran su segunda temporada en una nueva categoría. En un contexto, en teoría, de mayor estabilidad, el reto resulta mayor tanto para los que caen de arriba como para los que vienen de abajo, al perder unos las ayudas del descenso y otros la inercia favorable de la promoción. Sin embargo, en lo que respecta al conjunto blanquiverde, sus números históricos recientes definen una mejora continua en los segundos años dentro de una nueva división.

En efecto, en lo que va de siglo XXI, la entidad cordobesista nunca bajó su propio nivel siempre que obtuvo la permanencia tras un ascenso de categoría. Hasta cinco ascensos ha vivido el club entre 1999 y 2025, y siempre se cumplió esa máxima. De hecho, los casos más recientes se han vivido en el último lustro, en el que el plantel ha pasado de Segunda B a LaLiga Hypermotion. El propio Iván Ania ya sabe lo que es vivir una mejora considerable de rendimiento en este caso, aunque solo vivió como técnico la segunda mitad del camino. El Córdoba CF se estrenó en Primera RFEF en la 2022-23, una campaña de altibajos en la que se pasó del liderazgo absoluto durante toda la primera vuelta, a un desenlace de campaña paupérrimo. Ya en su segunda andadura en el tercer escalón nacional, la 2023-24 fue, como se sabe, mucho más sólida. Con Ania al frente, el conjunto califa edificó su regreso al fútbol profesional permanenciendo casi todo el año en puestos de play off y firmando el salto de categoría en unas eliminatorias emocionantes.

Algo similar se viviría con Germán Crespo unos años antes. El conjunto cordobés cayó al pozo de la Segunda B en 2019 y, aunque no supuso un descenso como tal lo de aquella campaña 2019-20, la configuración que hizo la RFEF provocó que se pasara de competir en la tercera a la cuarta categoría, la recién estrenada Segunda RFEF. Nuevamente, un año de sinsabores en la 2020-21 en esa nueva división, que dejó a dos técnicos por el camino y acabó con un papel testimonial de Crespo en el banquillo. El granadino tomaría las riendas realmente en la 2021-22 y, en ese segundo curso, los blanquiverdes dominaron con puño de hierro la categoría hasta hacerse con un holgado ascenso. Una mejora continua, que se repite siempre en los segundos años.

Es más, hay que recordar que, tras un largo periplo de 16 cursos fuera del fútbol profesional, los califas volvieron a Segunda A al promocionar en la 1998-99, a las órdenes de Pepe Escalante, quien se mantuvo al frente del equipo en la 1999-00. El preparador cordobés llevó a los suyos a finalizar en una más que meritoria duodécima plaza pese a ser un recién ascendido. Bien es cierto que en la 2000-01 no se mejoró la posición ni el botín final de puntos, y que pasaron hasta tres entrenadores por el banquillo cordobés, aunque mantener finalmente esa misma duodécima posición resulta más meritorio si cabe en una campaña donde subió el nivel de la división considerablemente. De hecho, solo hay que mirar que esa liga contó con la presencia de entidades de la talla del Sevilla FC, Real Betis y Atlético de Madrid, quedándose los rojiblancos sin ascenso.

En la 2006-07 se produjo una nueva promoción, otra vez de Segunda B a Segunda A y con Escalante en el banquillo. Sin embargo, el club cambió de guion para la 2007-08 y firmó a Paco Jemez, aunque sería José González el que acabase la temporada. Aquel equipo finalizó el curso en decimoctavo lugar, puesto que se superaría considerablemente al año siguiente, en el que Luna Eslava, sustituto de González, terminó llevando a los blanquiverdes a la decimotercera posición. Finalmente, el único año que no se mantuvo la categoría tras un ascenso fue en Primera División, en la 2014-15, aunque el Córdoba CF de José Luis Oltra mejoró con creces sus sensaciones en la 2015-16, quedándose a las puertas del regreso instantáneo a la élite nacional.