La solidaridad desborda el comedor de Trinitarios tras su SOS por la falta de alimentos

La llamada a la solidaridad realizada por el comedor de Trinitarios hace poco más de una semana ha tenido sus frutos. Decenas de kilos y kilos de alimentos han ido llegando desde entonces a estas instalaciones que gestiona la Fundación Prolibertas, sobrepasando las expectativas de la entidad, llenando sus almacenes y trabajando ya con la previsión de poder ofrecer el servicio de comida hasta prinicipios del año que viene.

Las necesidades del comedor eran claras: Prolibertas pedía donaciones de tomate frito, lentejas, habichuelas, macarrones, aceite, arroz, legumbres y conservas de verduras. La entrega de productos frescos y algunos alimentos no perecederos está garantizada gracias a la ayuda que recibe del Banco de Alimentos, pero la introducción de las Tarjetas Monedero -que sustituye al Fondo de Ayuda Europea para las Personas Más Desfavorecidas (FEAD)- para atender las necesidades de alimentación de familias con menores o adolescentes a su cargo, ha dejado relegadas a todas esas personas, solas o en pareja, que no cuentan con recursos para poder comer diariamente.

Por ello, el comedor de Trinitarios ha visto mermados sus almacenes desde el año pasado. Hasta 2024, esta entidad recibía entre 20 y 25 palés diarios de alimentos no perecederos a través del FEAD, con los que ya no cuenta... pero las necesidades siguen siendo las mismas. Mes a mes, el comedor ha ido agotando las existencias que había, hasta que la situación se volvió insostenible, lanzado un SOS difundido por Cordópolis.

“Hemos cubierto todas las necesidades que teníamos y te diría que tenemos reservas hasta final de año e, incluso, hasta principios del que viene”, cuenta García a este medio, que agradece una y otra vez la solidaridad, especialmente de Córdoba, aunque también han recibido donaciones desde Granada.

Personas particulares, mujeres con sus carritos de la compra, la Confraternidad de Cofradías y Hermandades Trinitarias de España, empresas -pequeñas y grandes-, asociaciones -como las de mujeres de Fátima y la Fuensanta-, hermandades y cofradías de Córdoba... Todo el espectro de la sociedad, sin saberlo, ha convergido en esta causa. “De verdad que ha sido una procesión continua de gente que, incluso, venía en coches para traer todo lo que consideraban oportuno”.

Y es que ha habido de todo: quienes llamaban al comedor para cerciorarse de que era verdad su mensaje de ayuda, quienes lo hacían para conocer qué productos les urgía más al comedor o quienes preguntaban r si era más conveniente realizar bizum. Aunque toda ayuda es bien recibida, García sí puntualiza que las transferencias económicas pueden ser mejor aprovechadas dado que “así tenemos el dinero para comprar los productos que en un determinado momento nos hagan falta”.

De una forma u otra, desde el comedor de Trinitarios afrontan los próximos meses mucho más tranquilos que hace una semana y convencidos de nuevo de que “este servicio existe gracias a la solidaridad de la gente”.