Viernes día 26 de noviembre, es el día oficial.
Uno de los días más esperados para encontrar grandes ofertas en multitud de productos que compraremos de cara a los regalos de Navidad.
Grandes cadenas comerciales, tiendas on-line, centros comerciales y pequeños comercios, todos abducidos por obligación en esta moda que pretende que todos gastemos ese viernes.
Es el día de ir de compras, a tiendas o por internet, los buscadores de gangas salen de compras, el Black Friday, literalmente “viernes negro”, vuelve para que todos gastemos.
Unos tienen como objetivo vender lo que no han podido vender durante la temporada, y otros sueñan con encontrar un gran descuento irresistible.
Una moda implantada en nuestro país desde hace unos años que nos llegó de Estados Unidos.
Cuentan los más viejos del lugar que allá por los años 60 empezó a utilizarse el término “viernes negro” en Filadelfia, día posterior al jueves en el que se celebra la fiesta de Acción de Gracias en Estados Unidos.
La gran cantidad de vehículos y de gente que abarrotaban las calles originó que la policía empezara a utilizar este término de “viernes negro” por el caos que se producía a consecuencia de los desplazamientos de los coches.
En los años 70 se popularizó en todas las ciudades norteamericanas, pasando años más tarde a llegar a nuestro país y resto del mundo.
Este ir y venir de personas por las calles ayudaba a incrementar las ventas en los pequeños negocios de las ciudades, que vieron como el denso tráfico de personas y vehículos ayudaba a sus ventas.
El viernes después del jueves de Acción de Gracias marcaba y marca, el comienzo de la Navidad en Estados Unidos.
El pequeño comercio en esos años tenía gran dificultad en vender, el frío del invierno no animaba a la gente a salir de compras a la calle.
El pequeño comerciante observaba cómo su contabilidad en números rojos por la falta de ventas se transformaba en números negros, en beneficios ese viernes.
Es el día de las ventas con descuentos, en el que todos pretenden ganar, tanto el comercio como el comprador, aprovechando el inicio de la Navidad.
Este año quizás sea algo diferente, nuestra nueva normalidad viene con la novedad de la subida de precios actuales con una inflación ya superior al 5% y con escasez de stock en ciertos productos.
La demanda supera a la oferta, hemos estado acostumbrados a que “casi” todo viniera del exterior, se producía fuera de España por tema de costes.
Hay escasez de ciertos productos,
Sin embargo, habrá que ver cómo será este año al Black Friday que seguro se anticipará a su fecha “oficial”.
No salgamos a comprar sin analizar si realmente tenemos necesidad de comprar, detengámonos unos minutos a analizar esa oferta que nos atrae, ¿es realmente una ganga?
Y no olvidemos que el lunes también habrá ofertas.
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