Aurtistas

Eso que ve puede ser el acceso a su cerebro, lo que pasa en él y ni siquiera conoce. Según el talento de la artista Ana Martínez podría ser la clóquea de Fran Hernández, un niño que disfruta viendo los goles y las canastas de basket. Es la periferia del cerebro de Fran y es el hueco de una escalera de la desacralizada iglesia de La Magdalena, y es una pregunta que nos hemos hecho muchas personas que nos hemos asomado a ese hueco las últimas semanas y escuchábamos un partido de la NBA y veíamos luces de colores. Así se representa Ana la mente de Fran, una mente que nos resulta particularmente misteriosa porque Fran padece autismo.

Gracias al proyecto “Lo imposible, lo inalcanzable” un puñado de artistas han estado trabajando con niñxs que padecen algún grado de autismo y juntxs han producido obras que expusieron hasta el pasado sábado en el Palacio de Viana y en la iglesia de La Magdalena. Estuvimos una tarde escuchando las explicaciones de lxs artistas con la presencia callada y no sabemos si ausente de algunxs de lxs coautorxs de todo aquello. Pensaba que su silencio, su ausencia, me resultaban difíciles de soportar, no podía imaginar cómo era aquello, no podemos suponernos sin comunicación, aunque por breves instantes envidiaba su absoluta autodeterminación, su posibilidad de hacer lo que les daba la real gana haciendo abstracción de los demás, y me acordaba del Calígula de Albert Camus, que no sufría de soledad, sino de su imposibilidad, de las muchas presencias que le atormentaban sin poder evitarlo.

Como no podía con el vacío pensé en la creación, los artistas nos contaron cómo se fue produciendo cada una de las piezas, los juegos de interpretación, los azares, el esfuerzo por dar sentido a lo que parecía no tenerlo. Es un misterio cómo se produce la creación, o más bien las creaciones, sabemos que es bueno no estarse quieto ni callado, que es mejor hablar, mirar, comparar, imaginar, de todas estas maneras o de cada una de ellas por separado. Cada explicación fue distinta, no había una metodología, había una actitud, un aprendizaje y capacidad de empatía, y pensé lo mucho que saben lxs artistas y lo poco que les preguntamos, e imaginé las conversaciones imposibles y frustradas que estaban detrás de la belleza que contemplábamos, y me sorprendí de a dónde puede llegar una conversación con las personas más aisladas que existen.