A la raíz...
(Con amor, per Doña.)
Muy fácil. Perdón: “Per” y “don”, (mi hija ya sabe de esto). Pasando de etimologías, que conste...
Per. Per... Podría parecer que es lo que va antes, ¿no? Pero eso es “pre”, ¿verdad? Entonces “per” debe ser algo así como “para” o “por”; ¿quizás “a través de”? Suena bien, ahí lo dejo. Vamos a lo que vamos...
La raíz
Don. Aquí sí que sí. Don: Virtud, capacidad... ¿No? Que sí... ¡Ah! Y también se usa para tratar con respeto a alguien, hablando en masculino, claro está. En femenino, se debe usar “Doña”.
De manera que, si no eres capaz de perdonar quizás no tengas porqué culparte por ello. Es más, quizás sea mejor así, no sea que enfrente te encuentre alguien como tú.
— La experiencia del perdón está irremediablemente ligada a la experiencia del amor. Y eso duele... (El rotulador)
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