Propósito de enmienda
Al filo, entre el futuro y el pasado, escribí ayer estás líneas que aún hoy no puedo creer que estés leyendo...
Allí, sentado una tarde más en el bermejo sillón donde te acostumbro a buscar, decidí por esta vez salir de frente, sin pretexto alguno, uno tal que yo, a por ti.
Y así, en este no tiempo que va desde esta tarde concreta a la mañana de lo que quizás pueda ser, te digo: Me mereces mucho la pena, amigo mío.
Ya ves, será quizás por este frío que apena ya mi testarudo estío que no me avergüenza exhibir las cadenas de esta estéril condena y asentir al punto y seguido mi propósito de enmienda. Voy por ti...
Al filo, entre el futuro y el pasado, te escribí ayer estás líneas que aún hoy no puedo creer que quizás estés leyendo...
— El propósito de enmienda es la firme resolución de no volver a pecar. (Posiblemente debí elegir otro título.) “Menuda” estrategia... (El rotulador)
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