Ciudad de la muerte
Lo primero es el derecho a la vida
El mismo día en que PP y Vox acordaban declarar a Córdoba ‘Ciudad por la vida’, una encuesta certificaba que sus votantes (y sus líderes) respaldaban la operación de exterminio contra Gaza. Podríamos decir, por lo tanto, que existe una inquietante relación directa entre la defensa de los no nacidos y la indiferencia ante los nacidos, cuya liquidación en el gueto palestino alcanza la friolera de 11.000 niños en poco más de tres meses.
El propio señor alcalde se comprometió en el pleno a desplegar un programa municipal de apoyo a la maternidad y a la vida, que en Jan Younis sería de extraordinaria utilidad en estos días aciagos. Pero, por razones difíciles de entender, ha decidido ejecutarlo aquí, donde las mujeres deciden con plena libertad si seguir adelante con su embarazo o interrumpirlo, en función de sus circunstancias personales y su soberana conciencia.
Para nuestro estupor, la señora Contador, delegada de Asuntos Sociales, pronunció una frase desconcertante, que en Oriente Medio podría ser consignada como un alegato subversivo. “Estamos a favor de los derechos humanos y el primero es el derecho a la vida”, proclamó en sede consistorial. Por un instante, imaginamos a la edil enarbolando la bandera del derecho humanitario y respaldando la iniciativa sudafricana ante la Corte Internacional de Justicia.
Pero no. Por lo visto, la señora Contador se refería al derecho inalienable de los no nacidos. Las piezas, sin embargo, encajan como un mueble de Ikea. Si tenemos en cuenta que el señor Fraga ya en 1984 viajó a Ciudad del Cabo para apoyar al Gobierno racista en pleno apartheid sudafricano, todo lo que ha venido después observa una indiscutible coherencia. Sudáfrica entonces, Israel ahora.
Aunque volvamos a Capitulares. El Ayuntamiento ha anunciado que abrirá una oficina de información y asesoramiento al servicio de las mujeres gestantes. No basta, al parecer, con hostigarlas en la puerta de las clínicas y señalarlas como se señalaba en el medievo a las pecadoras. Al menos, eso sí, ningún concejal rezó un Ave María por sus almas extraviadas como sucedió en septiembre de 2021.
Hay gestos que valen por lo que dicen, pero también por lo que callan. PP y Vox acaban de declarar a Córdoba ‘Ciudad por la vida’, que es, de alguna manera, reconocer a Gaza como ‘Ciudad de la muerte’.
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