La reforma de la Política Agraria Comunitaria (I)
Últimamente son muchos los foros y mesas de debate, en torno a la propuesta legislativa de la reforma de la PAC, 2014-2020. Son muchos expertos los que coinciden y entre ellos el propio ministro de agricultura, en que la nueva política agraria debe estar bien dotada financieramente y también que sea fácil de aplicar para los agricultores y ganaderos. Así, pudiera ser que en el primer semestre de 2013 se cerrase la reforma, una vez que estuviese aprobado el marco presupuestario, claro está. España defiende el montante de la propuesta inicial de 386.900 millones para el periodo 2014-20. De este presupuesto, 281.800 millones serían para los pagos directos y apoyo a los mercados; 89.900 millones para el desarrollo rural; 2.200 millones para seguridad alimentaria; 2.500 millones para programas de ayuda alimentaria; 3.500 millones para el fondo de reserva anticrisis; 4.500 millones para I+D+i y 2.500 millones para contingencias derivadas de la globalización de los mercados.
Andalucía y por ende nuestra provincia, se juegan mucho en esta reforma, y sobre todo el sector olivarero. Por ejemplo, y aunque en las últimas semanas el precio del aceite de oliva aumentó, situándose en torno a los 2,60 euros, bien es cierto que las lluvias de la pasada semana, han hecho que baje el precio nuevamente, en torno a los 2,40 euros kg. Y sin operaciones de compra.
De ahí que en la nueva PAC que se negocia (recordar como fecha importante, el próximo 25 de noviembre, cuando la Comisión de agricultura del Parlamento Europeo dirá a los que manejan el presupuesto comunitario, como piensa el legislativo que debe afrontarse la reforma, cantidades, condiciones, etcétera y a la que se han presentando más de 7.000 enmiendas) sería vital para el sector del aceite de oliva, que por un lado las ayudas comunitarias al almacenamiento privado de aceite se activasen de forma automática, con carácter objetivo. El actual reglamento tiene ya más de una década y lógicamente los costes de producción de un kilo de aceite en la actualidad son mayores que los de hace doce años.
Y en segundo lugar, sería necesario, y ahí Bruselas pasa de puntillas como siempre, la regulación de los mercados. El Ministerio defiende el reforzamiento de las organizaciones profesionales y las interprofesionales para la defensa de los intereses del sector, frente a la industria y a la gran distribución. El objetivo, argumentan, es el de potenciar la capacidad negociadora de los agricultores y ganaderos.
En este mercado neoliberal que nos domina, las materias primas agrícolas son utilizadas cada vez más por la especulación. Hay empresas financieras que controlan ya el cuarenta por ciento del mercado. Al mismo tiempo de esta subida de precios, aumentan también la volatilidad de estos mercados, pues hay que recordar, que la Comisión Europea, con sus continuas reformas de la Pac, conduce de forma deliberada a que desparezcan prácticamente los mecanismos de regulación de los mercados.
En la próxima columna, hablaré del tema más polémico de la Reforma: la limitación de las ayudas directas por explotación y la redistribución de las ayudas.
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