Primer viernes de marzo en Córdoba: Devoción y tradición a partes iguales

Si el Miércoles de Ceniza marca el inicio de la Cuaresma, el primer viernes de marzo sirve para tomar el pulso a la ciudad, que se encuentra ya a poco menos de 30 días para un nuevo Domingo de Ramos. Así, distintas hermandades de la ciudad ofrecieron durante toda la jornada a sus venerados titulares en besamanos y besapiés, recuperados con total normalidad tras el estallido de la pandemia en marzo de 2020.

Este es el caso, por ejemplo, de Nuestro Padre Jesús Nazareno Rescatado, que durante toda la jornada recibió el cariño y la devoción de miles de cordobeses en su tradicional besapiés. La imagen del Señor de Córdoba se situaba, como novedad, delante del altar mayor de la parroquia de Nuestra Señora de Gracia, sobre la peana de su antiguo paso procesional. Al fondo, a modo de telón, se encontraba la titular mariana de la corporación, María Santísima de la Amargura.

Unos metros más arriba, continuando por la calle María Auxiliadora en dirección al centro de la ciudad, Nuestro Padre Jesús, Divino Salvador, en su Prendimiento permaneció expuesto también durante todo el día en solemne y devoto besamanos en el Santuario de María Auxiliadora. La corporación, que durante estos días celebra el solemne quinario en honor a su titular, presentaba a la imagen del Señor vestida con la túnica bordada en oro del XXV aniversario, siempre bajo la atenta mirada de María Auxiliadora.

Asimismo, en la parroquia de San Lorenzo Mártir, los cantos del miserere volvían a hacer crujir las paredes del templo fernandino. Y es que la imagen del Santísimo Cristo del Remedio de Ánimas permanecía expuesta a veneración de todos los fieles y devotos en solemne besapiés. Como suele ser habitual en la corporación del Lunes Santo, el montaje y el ambiente que rodeaban al crucificado invitaban a la más profunda reflexión y oración.