Sandoval toca las teclas... y suena la melodía
La situación es, definitivamente, muy distinta. La realidad es tan diferente que incluso resulta difícil de entender sin un momento de calma. En poco más de dos meses eso que pareciera imposible se convierte en plenamente alcanzable. Camina el Córdoba hacia una permanencia en la que cree ya sin albergar dudas. Avanza con paso firme después de ocho jornadas en las que ha conseguido cambiar la sensación colectiva de hundimiento por otra de confianza plena, de esperanza cierta. Y lo hace de la mano de José Ramón Sandoval, el artífice desde el banquillo de la actual ilusión tanto del club como de su afición. Desde la llegada del madrileño el conjunto blanquiverde apenas conoce la desazón y sí sabe de verdad lo que es ganar. Tanto que con el de Humanes al frente suma más triunfos que en todo el transcurso anterior del campeonato de Liga. Éste es sólo uno de los datos positivos que deja por el momento la contratación, y su trabajo, del técnico.
“La palabra bajar no hay que tenerla en el diccionario”, aseveró el entrenador en su presentación como preparador califal. Corría el 13 de febrero y hacía una declaración de intenciones tan sencilla como directa. “Si no tuviera la confianza de que lo vamos a conseguir, no vendría”, añadió entonces. El ex del Rayo o el Sporting se puso manos a la obra para reconstruir, casi desde los cimientos tras la drástica remodelación llevada a cabo en enero, un equipo que vivía su peor trance de los últimos tiempos. Firmó días después de que el Córdoba cediera una abultada y dolorosa derrota ante el Tenerife (5-1). Aquel resultado empezaba a condenar a los blanquiverdes, que apenas tenían 19 puntos en su casillero y veían la salvación a once de distancia. Pocos quedaban en ese momento que aún pensaran en lo que ahora sucede.
El panorama fue a peor en el estreno de Sandoval, pues el cuadro califal cedió ante el Granada (1-2) y la desventaja crecía a los 13 puntos. En realidad eran 14 al tener el gol average perdido con el Nàstic, que limitaba la permanencia del descenso. Pero el Córdoba logró virar después su rumbo para iniciar uno ascendente que todavía debe culminar. Las cifras hablan por sí solas. Con el entrenador madrileño en el banquillo el conjunto blanquiverde gana más partidos en diez jornadas que en las 26 anteriores del campeonato, de modo que también suma más puntos que los anotados hasta que fue contratado. Además, el cuadro califal redescubre la importancia de mantener la puerta a cero y acostumbra a hacerlo con mayor asiduidad que en todo el extenso tramo de competición que precedió al último relevo en el banquillo.
Se trata del efecto Sandoval. Con el técnico de Humanes el Córdoba ha ganado seis encuentros en diez disputados y apenas ha perdido dos. Antes, sólo había conseguido cinco victorias. Diez jornadas son, por tanto, las que ha necesitado el madrileño para superar el triste dato de las 26 precedentes. Un largo período en el que hasta tres entrenadores dirigieron al cuadro califal. En esa fecha 26 de la temporada el equipo acumulaba 17 derrotas y apenas había sumado cuatro empates. El balance no podía ser más desalentador: sumaba 19 puntos. Por si fuera poco era incapaz de detener la hemorragia en defensa, traducida en 49 tantos en contra y el cartel de escuadra más goleada de Segunda A.
Tras el traspié inicial ante el Granada, Sandoval dio, de la mano de su vestuario y con la ayuda de la afición, un giro radical a la realidad blanquiverde. Los guarismos tras el cambio en el banquillo lo confirman. El Córdoba suma 20 puntos, uno más que los que acumulara en todo el período anterior, en las últimas diez jornadas y subsana uno de sus mayores problemas. Son ocho los goles que ha encajado con el de Humanes al frente, por los 15 que ha anotado. Un registro logrado en buena parte por recurrir a la premisa de que no recibir dianas es el primer paso para vencer. En cuatro ocasiones ha dejado la portería a cero el cuadro califal en los últimos tiempos, sólo una menos que en las anteriores 26 jornadas.
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