'Perico' en el Bernabéu: de La Rambla a Madrid
El excordobesista Pedro Campos se presenta en el coliseo blanco con el cuerpo técnico de Rafa Benítez, nuevo entrenador del equipo madridista
¿Pero ése no es Perico? Pues sí, lo es. Muchos cordobesistas se han encontrado en los programas deportivos del mediodía de hoy con la imagen en la pantalla del televisor de uno de los iconos del club blanquiverde. Pedro Jiménez Campos (La Rambla, 1957) es, para varias generaciones de seguidores de El Arcángel, Perico, el capitán de los tiempos duros y la encarnación viva de la inmarchitable pasión de un club singular. Campos, que fue jugador, entrenador y secretario técnico del Córdoba, hace ahora escala en uno de los santuarios del fútbol mundial, el Real Madrid, añadiendo un capítulo más a su extraordinaria singladura al lado de Rafael Benítez, con el que comenzó a colaborar en la temporada 1999-2000, en la que el nuevo técnico madridista trabajaba en el Tenerife, en Segunda División. A partir de ahí, Campos se ha especializado en el diseño de programas de seguimiento de jugadores en el ámbito internacional, asistiendo a los principales campeonatos en todos los continentes y manejando una base de datos actualizada de importancia crucial en la confección de plantillas de primer nivel.
Campos, que llegó al Córdoba cazado por el ojeador Abelardo Sánchez, subió todos los peldaños hasta alcanzar el grado de capitán en las etapas más dantescas del club, con el que padeció impagos, embargos, encierros y un amplio surtido de experiencias lacerantes. Con la camiseta por fuera del pantalón, las medias bajadas y el brazalete amarrado al brazo, su imagen indómita se convirtió en una marca de la casa durante una época dura e inolvidable. Perico Campos, un animal futbolístico, terminó su ciclo en el Córdoba aunque nunca se desligó emocionalmente de una entidad que lleva dentro. “El Córdoba es mi padre”, suele decir. El recordado defensa entró en contacto con Benítez por mediación de Zubillaga hace tres lustros y hasta hoy. Ha estado dentro del cuadro técnico de todos los clubes en los que el madrileño ha trabajado en los últimos años: Tenerife, Valencia, Liverpool, Inter de Milán y Nápoles. Sólo no perteneció al staff del Chelsea porque el técnico español se incorporó con la temporada comenzada al cuadro de Stamford Bridge. Su regreso al Córdoba fue algo más que una posibilidad en algunas etapas recientes y, aunque las operaciones no cuajaron, Campos siempre ha admitido que su gran sueño sería retornar al hogar.
Este mediodía, Florentino Pérez ha presentado en el Bernabéu al técnico madrileño, que llega en sustitución de Carlo Ancelotti después de que el italiano haya cerrado el curso 14-15 sin ningún título... y con dos -que pueden ser tres- del eterno rival, un hecho que multiplica el efecto devastador que tiene en el Real una campaña en la que no se alza ningún trofeo. El cuadro técnico de Rafa Benítez, emocionado en su regreso a la que fue su casa -dirigió en categorías base-, lo completan Fabio Pecchia, exjugador del Juventus y segundo entrenador de Benítez en el Nápoles; Paco de Miguel, preparador físico, y Antonio Gómez, que desempeñará funciones de analista. Dentro del staff madridista estará otro excordobesista, Xavi Valero, que asume la función de entrenador de porteros. Valero militó en el equipo blanquiverde, al que llegó procedente del Murcia, en la temporada 2003-04 en Segunda División. En Madrid, Benítez ha sido el nombre del día. Pero allí, en una de las esquinas, con ese tono de entrañable timidez y su célebre tartamudeo, había un cordobesista infiltrado: Pedro Jiménez Campos, Perico, el capitán que nunca se rendía.
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