Broche ideal al curso del Pozoalbense
La mejor manera de terminar la temporada. A pesar de que no ha sido una segunda fase ideal de resultados; a pesar de que el Villarreal cogió velocidad de crucero con destino Liga Iberdrola muy pronto. A pesar de todo ello, el Pozoalbense quería poner el broche de oro a una campaña histórica en el Municipal de Pozoblanco. Tras un triunfo de postín hace dos semanas contra el propio equipo amarillo, el feudo pedrocheño, con más de un centenar de personas en sus gradas, acogía la despedida de la campaña 2020-21. Hablando de despedidas, también lo fue la de Manuel Fernández, que recibió un homenaje previo al encuentro en agradecimiento a su rendimiento al frente del banquillo del Pozoalbense durante tres campañas en su segunda etapa.
Sin peligro en los primeros minutos, aunque con algo más de intención de un Pozoalbense que quería rendir sobre el campo para culminar de la mejor manera el curso y así ver la marcha de Manuel Fernández, ya con destino fijado, con otros ojos. Mientras los equipos intentaban asentarse sobre el terreno de juego, el balón parado hizo acto de presencia. Natalia Montilla colgó el balón desde la banda, cayó llovido ante la mala salida de Yanira y Sana, atenta al error, cabeceó al fondo de las mallas. No sucedía más en una acalorada mañana en Pozoblanco más que once jugadoras blanquillas siendo absolutas dominadoras del cuero. Aunque no llegaban con claridad a meta rival, su intención era firme. Sólo María Marín, en dos ocasiones, estuvo a punto de materializar dos mano a mano ante la cancerbera canaria justo antes del asueto.
La actitud blanquilla siguió como tal tras el descanso; desde Brasil lo confirmaron. Bruna Tavares, una de las más destacadas en las locales desde el costado izquierdo, penetró en el área y definió suavemente al palo largo. La grada del Municipal de Pozoblanco seguía disfrutando de su equipo a pesar de que no se jugaran más que el honor y el orgullo de vencer o perder. Los minutos iban sucediéndose en un remanso de paz y tranquilidad y sólo algún fallo. Precisamente eso se dio pero en contra de los intereses locales. Una mala cesión hacia Ana Murga permitió a la recién entrada Carla meter la cabeza y recortar diferencias. Acudiendo al aspecto psicológico, el tanto supuso un espaldarazo para las de Ayoze Díaz, que sí avanzaron líneas en busca del empate.
Con el cansancio y el calor, los detalles serían diferenciales. Natalia Montilla, en un alarde de su evidente calidad, probó suerte desde 40 metros para aprovechar la posición adelantada de Yanira, pero la gravedad hizo que rebotara en el larguero hacia fuera. A pesar de la insistencia tinerfeña, fue estéril ante el ímpetu blanquillo. El Pozoalbense, a los puntos, demostró ser más voluntarioso para hacerse con los tres puntos y así lo hicieron. Fue el broche ideal a una temporada histórica en la entidad de Los Pedroches, que volverá a la carga la próxima campaña en Reto Iberdrola.
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