Ribera Navarra - Córdoba Futsal
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Crónica
La garra del Córdoba Patrimonio se impone a la magia de Marc Campàs
Victoria agónica sobre la que construir el futuro. El Córdoba Patrimonio de la Humanidad logró su primer triunfo como visitante enlazando su segunda victoria consecutiva, y su tercer partido sin perder, al lograr imponerse en el Polideportivo Ciudad de Tudela al Ribera Navarra. El duelo tuvo de todo: intensidad, ocasiones, goles, paradas y un poco de magia por parte de Marc Campàs, que logró anotar el que probablemente sea el gol de la temporada. Sin embargo, la fuerza, la garra y la intensidad blanquiverde sirvió para mantener vivo el encuentro y lograr sumar los tres puntos en el último suspiro.
El Ribera Navarra salió con la intención de dominar el encuentro en su propio feudo, y desde el primer minuto ya puso a prueba a la defensa blanquiverde, que se mostró sólida. Los blanquiverdes no se amilanaron ante este dominio inicial, y respondieron con un buen tiro de Arnaldo Báez que obligó a intervenir a Raúl Jiménez. Rápidamente, el partido entró en una fase de ida y vuelta, con Tripodi contestando para los locales tras una rápida jugada de Gabi. La polémica llegó en el minuto 5 con una mano clara dentro del área de Ribera Navarra que el árbitro señaló fuera. La intensidad del duelo y la rapidez de las acciones no daba lugar a las dudas.
Sin embargo, quizás cuando mejor se encontraba el Córdoba Patrimonio de la Humanidad tras el mencionado inicio fulgurante de los locales, llegaría el tanto de Ribera Navarra. Todo surgiría en los pies de João, que cedería para una gran jugada de Éric Perez, y recibiría para culminar con el 1-0. Eso sí, el Córdoba Patrimonio no se vino abajo y buscó el empate con velocidad. Pudo lograrlo por medio de un gol de Kauê, que fue anulado por mano de pívot tras el disparo de Víctor, aunque finalmente la insistencia blanquiverde tuvo su premio en el minuto 14. Kauê, con un golazo de auténtico killer, recibió de espaldas, se giró y soltó un latigazo con la diestra para poner el 1-1.
El partido era un vaivén constante de emociones. Hugo Expósito pudo adelantar al Córdoba con un disparo desde fuera del área, pero Raúl Jiménez detuvo el esférico. Fabio también tuvo que intervenir para evitar el gol de Sepe tras un mal despeje de Edu Expósito. Y cuando parecía que el empate reinaría al descanso, llegó la locura. Un auténtico golazo de chilena de Marc Campás -oposita a gol de la temporada-, tras un saque largo del portero, volvió a adelantar a los locales. Pero el Córdoba Patrimonio, con una reacción fulgurante, logró empatar de inmediato gracias a un remate a bocajarro de Macedo tras un saque de banda, culminando así las tablas a dos al término de los primeros 20 minutos de juego.
Tras el paso por vestuarios, las revoluciones bajaron, tal y como cabría esperar. La oda al fútbol sala que fue la primera mitad, con un gran nivel por parte de ambos conjuntos, dio lugar a una segunda parte en la que la táctica y el cansancio hicieron más acto de presencia. En este ámbito, los locales se mostraron más cómodos que un Córdoba Patrimonio que no acababa de encontrarse en el Ciudad de Tudela. Así, tras una gran contra, los locales pudieron reinstaurar su ventaja en el marcador, aunque de tanto buscar el espacio, acabaron marrando el último pase. No fallarían eso sí en la siguiente jugada, que obligaría a Fabio a emplearse a fondo para mantener el empate.
El partido se fue animando con el paso de los minutos de nuevo, retomando el ritmo inicial. Arnaldo Báez protagonizó la primera de los blanquiverdes en los segundos 20 minutos, detenida sin problemas por Raúl Jiménez. Mientras tanto, Albertico se alzó como el revulsivo perfecto para Ribera Navarra, teniendo en sus botas el 3-2 en el minuto 27 en una buena jugada individual, pero su tiro cruzado lamió la cepa del poste. Serviría esta ocasión como aviso para un Córdoba Patrimonio aletargado que, tras esto, despertaría. Pablo del Moral primero, y Kauê después, rozarían la portería de Raúl Jiménez, pero manteniéndose aún el empate en el marcador.
Todo quedaba así por decidirse en los últimos 10 minutos de juego, que llegarían con una buenísima parada de Raúl Jiménez, a mano cambiada, para salvar el disparo a la esucadra de Echavarría. Con Kauê viendo la amarilla por simular un penalti, las pulsaciones se elevarían al máximo, a la par que ambos equipos acumulaban ocasión tras ocasión sin lograr perforar las redes. Cuando se alcanzaba ya el final del duelo, Arnaldo Báez y Juanan rozaron de nuevo el gol, sin suerte para deshacer el empate. Tripodi también pudo adelantar a los suyos, pero finalmente, llegaría el ansiado tanto. Pablo del Moral se alzaba como el héroe de la noche tras una gran asistencia de Kauê, rematando a placer para hacer el 2-3.
De esta manera, el éxtasis y la celebración inundaba el Polideportivo Ciudad de Tudela, pero solo por parte de los blanquiverdes. Era un duelo importante, vital, para el futuro próximo del Córdoba Patrimonio de la Humanidad, que recibirá la próxima semana al líder, el Movistar Inter. Por lo tanto, la victoria se antojaba crucial, y así fue. Kauê fue el más destacado del partido por parte de los blanquiverdes, con un gol y una asistencia que dio alas a los suyos, y que acabaron por remontar el vuelo en el último suspiro. Ahora sí se puede decir: el Córdoba Patrimonio de la Humanidad, ilusiona.
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